Especiales
Juan es un fanático de 38 años y tiene Síndrome del Cromosoma X Frágil. Esta enfermedad no impidió ni impide que en su vida haya una sola pasión: el básquetbol. Fanático de la disciplina en general y de Estudiantes en particular
[email protected]
En la vida existen diferentes pasiones, algunas relacionadas con las artísticas y otras con disciplinas deportivas. Esta historia cuenta la pasión de Juan Horacio Paramio Palacio, fanático del básquetbol en todas sus facetas e hincha de Estudiantes en particular.
Juan tiene 38 años y tiene retraso madurativo, que en el ámbito medico se diagnosticó como Síndrome del Cromosoma X Frágil. Esta enfermedad no impidió ni impide que en su vida haya una sola pasión, la cual lo hace feliz durante todos los días y hasta le determina qué vestimenta usar, siempre con el sostén imprescindible de su madre, Regina Palacio. Se trata del básquetbol.
Su vida siempre estuvo ligada a dicha disciplina. En su juventud fue mascota y acompañante de los equipos de Pueblo Nuevo, e incluso recuerda a grandes jugadores que pasaron por dicha institución cuando acompañaba al equipo hasta en los viajes. "Un equipo que conformaban Arouxet y Dilascio, entre otros, que estuvo dos años sin perder y decían que era porque estaba él. Juan Horacio siempre fue muy querido por todo el mundo", contó su madre al recordar año atrás.
"Toto" Stuñek, Juan Messineo y Jorge Botta son algunos de los jugadores que se le viene a la cabeza a Juan Horacio en el Hospital de Hinojo -lugar en el que reside- cuando recuerda a los viejos equipos de Pueblo Nuevo, equipos en los que de alguna manera formaba parte.
Pero su presencia en los partidos iba más allá que la simple exhibición de un juego, porque él esperaba cada minuto, cada "parate" de partido para ingresar a la cancha como un jugador más y lanzar el aro hasta cuando pudiera. En esos minutos, Juan Horacio se sentía plenamente feliz. "Su cuerpo se llenaba de felicidad en este momento, incluso costaba sacarlo de la cancha cuando retomaba el juego", explicó Regina Palacio.
Su pasión por el básquetbol tuvo un momento maravilloso, que fue cuando Sergio "Oveja" Hernández, ya entrenador de la selección argentina, lo recibió en el Maxigimnasio del Parque Carlos Guerrero durante un entrenamiento de la Argentina. "Fue hace muchos años, recuerdo que esa tarde no le podían sacar la pelota porque se quería quedar a vivir ahí, con los jugadores del seleccionado. Fue un gesto de Sergio que siempre voy a recordar, en uno de los momentos más lindos que vivió mi hijo en su vida", relató la madre de Juan Horacio.
Hace 10 años, Juan Horacio Paramio Palacio vive en el Hospital de Hinojo, con cuidados particulares y constantes visitas que le cambian el día. Pero él espera una visita más que nada, y es la de Regina Palacio, su mamá. Y la explicación de esto, más allá del indiscutible lazo familiar, pasa una vez más, por su pasión, otra vez, por el básquetbol.
Regina le lleva día a día los diferentes recortes del diario EL POPULAR, pero no cualquier recorte de noticia: específicamente todas las noticias impresas de básquetbol, las cuales une cuidadosamente en una carpeta -a modo resumen- para que Juan Horacio las vea y se emocione con dos simples cosas: una pelota y aro de básquetbol.
"Le llevo lo que le hace feliz, que es el básquetbol y sus noticias en el Diario. Si bien estuvo muchos años ligado a Pueblo Nuevo, ahora es hincha de Estudiantes, y se vuelve loco cuando ve a dicho club en el diario. Pero a nivel general mira y le gusta todo el básquetbol", explicó Regina.
El básquetbol y Juan Horacio Paramio Palacio siempre estuvieron juntos. Antes de una manera, ahora de otra. Su enfermedad le impide a Juan ir a la cancha. Pero con recortes, vestimenta y el inalcanzable amor de su madre, la pasión y la unión entre ambos sigue intacta.