AUTOMOVILISMO

El TC mira la crisis de reojo, el TC 2000 se ajusta el cinturón, el 2009 trae cambios

AUTOMOVILISMO. Habrá que ver hasta qué punto la crisis financiera le pega al deporte de los fierros

Si bien la crisis mundial financiera viene machacando duro en el automovilismo, el Turismo Carretera parece mirarla de reojo y se apresta a iniciar una nueva temporada cargada de novedades y decidido a intentar revalidar el duelo de marcas.

Por naturaleza y por la manera de manejar sus recursos, tanto técnicos como económicos, a la ACTC parece no afectar en mayor medida el problema económico global y promete un año con muchas emociones, rico en avances y la confirmación del sistema de playoff para decidir quién es el campeón.

Tratando de frenar el avance de las grandes estructuras, la entidad madre del TC implementó para esta temporada, a iniciarse el próximo fin de semana en el autódromo de Mar de Ajó, la anulación de compartir el mismo equipo autos de las marcas Ford y Chevrolet.

En parte, por mantener la esencia de la categoría y en otra para evitar lo sucedido con la definición anterior donde Guillermo Ortelli (Chevrolet) y Juan Manuel Silva (Ford), ambos del JP Racing, protagonizaron un cierre de campeonato cargado de suspicacias y especulaciones.

De ahora en más, cada equipo puede tener un máximo de dos autos de la misma marca, es decir dos Chevrolet o dos Ford y si hay un tercero y un cuarto, deben ser Torino o Dodge. Acertada decisión.

La quita de unas milésimas en la compresión de los Chevrolet forma parte también de las pretensiones de emparejar "al máximo" la categoría.

Lo bueno es que de 16 competencias, las primeras 11 les servirán a los pilotos para emplear las estrategias adoptadas para entrar entre los 12 primeros, los que definirán el título 2009.

Ahora todos saben que va desde el principio y no como sucedió el año anterior, aunque nunca se sabe con qué pude salir la ACTC si ve que su campeonato no mantiene la paridad deseada para definir el título en la última competencia de la temporada.

Muy distinto es lo que le sucede al TC 2000 que se apresta a afrontar un "año de transición", por ahora con más dudas que certezas.

Aquí pasa todo lo contrario al TC porque la crisis económica pegó duro en las automotrices mundiales donde las principales hasta decidieron retirarse de los torneos más encumbrados que se disputan por el mundo. Y en la Argentina no podía ser la excepción.

Aunque los directivos de la categoría ya tenían en estudio una drástica reducción en los altos costos por mantener la competitividad, la debacle económica aceleró los tiempos.

Como primer medida se decidió la implementación de un motor y caja de velocidades únicos para todos (de marca Mazda y provisto por la empresa que lidera Oreste Berta), aunque en el resto los autos mantendrán sus propias características en materia de chasis.

De esa manera, los costos se reducirán considerablemente, pero como su aceptación llevó un tiempo mucho más amplio del esperado, el TC 2000 achicó su calendario de 14 a 12 competencias y recién pondrá primera el 5 de abril.

El que "aprovechó" la ocasión y se agrandó de 12 a 14 carreras en el año fue el Top Race V6, la categoría que viene creciendo y afianzando su lugar en el automovilismo argentino.

Con un parque automotor sólido, autos muy competitivos, bajos costos y sumando a sus espectáculos todo tipo de atrayentes novedades, el TRV6 se convierte en el convite justo para que se sumen a él los mejores pilotos del país.

También el Turismo Nacional, la cuarta de las categorías estelares del automovilismo argentino, se viene con todo y con dos divisionales, las Clases 2 y 3, muy numerosas y autos supercompetitivos.

Aunque los esfuerzos y emprendimientos individuales son una característica de la categoría, también aquí habrá que ver hasta qué punto la crisis financiera le pega al deporte de los fierros. (DyN)

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