Juan José Barbery habló de la experiencia en el histórico Rally Argentina - Chile
Momento único e inolvidable: Gato Barbery con el trofeo del español Marc Coma, ganador en motos. Fotos gentileza Barbery
Histórico: Patronelli en el podio.
A los pies de Fiambalá, en Mendoza.
Orly Terranova, referente criollo en autos.
Javier Torres
Cuando el Rally Dakar abandonó definitivamente el continente africano las pulsaciones de Juan José Barbery se elevaron a niveles insospechados. Aquellos duelos entre Franco Picco, Eddie Orioli y Peterhansel, archivados en revistas que hoy tienen un valor incalculable en lo sentimental, ahora volvían a su mente porque la aventura iba a descubrir en 2009 el continente Sudamericano y el "Gato" no se lo iba a perder por nada.
"El Dakar Argentina - Chile es un sueño cumplido porque desde que tengo uso de razón lo seguí. Ya desde los 7 años compraba las pocas revistas que llegaban seis meses después para tener todo el resumen con las fotos", ilustró el periodista de Olavarría que efectuó la cobertura para el programa MotoMax que se emite por El Garage TV.
"Siempre había sido un sueño. Estuvimos a punto de ir con Andrés Junco en el año 2000 y nos quedamos cortos por poco con el presupuesto. Luego llegó la crisis, entonces veíamos cada vez más lejos la posibilidad de estar en un Dakar y por esas cosas de la vida desembarcó en Sudamericano", reflexionó ante las cámaras de Canal Local.
Para Barbery estar frente a semejante aventura era increíble como para "toda la comunidad de los motociclistas que siempre quiso correr un Dakar, entonces tanto Andrés Junco como Andrés Memi, que a último momento armó una moto porque iba a estar en una camioneta, se prepararon bien; como el resto de los argentinos que participaron".
Luego sostuvo que deseaba "realizar una cobertura distinta. Todo se facilitó por BMW Argentina que suministró una GS 800 para cumplir toda la ruta alternativa. Fuimos filmando, cubriendo detalles de lo que iba pasando, todo el backstage de una competencia increíble".
El periodista deportivo había tenido la posibilidad de conocer algunos tramos del Dakar 2009, ya que antes había realizado el trecho entre Río Negro y Chubut con el "Desafío Norpatagónico", como varias distancias de Chile por la edición 2008 de "Por las Pampas Rally"; aunque reconoce que en esta ocasión recibió una "lección de geografía".
"La mayoría de las personas quedó impactada por los lugares que íbamos recorriendo. No podía creer los paisajes que iba conociendo de la Argentina, nadie tenía la remota idea de que existían. Los europeos quedaron sorprendidos por los médanos que había en el Nihuil, por la etapa que subestimaron y 80 vehículos quedaron parados ahí.
"Todo lo que se pueda contar queda chico. Siempre tratamos de trasmitir todas las experiencias y si hay que rescatar algo es el público: lo que vivió la gente al mejor estilo de un Gran Premio de Turismo Carretera. Esperaban con ansiedad el paso de los autos, motos y camiones; pero lo más importante es que colaboró con los pilotos y equipos, situación que marcó la diferencia. En un Dakar africano se corre en solitario y acá en cada momento recibió el calor del público", destacó.
Cuando se refirió a la labor de los pilotos argentinos en la 30ª edición en Sudamérica utilizó la palabra "histórico" al entender el "sacrificio que hicieron todos: los que pudieron llegar y los que lamentablemente abandonaron. Se prepararon a conciencia, con un presupuesto limitado ya que las empresas no auspiciaron porque no conocían de qué se trataba un Dakar.
"Para los motociclistas, Andrés Junco se convirtió en el primer argentino en terminar un Dakar, con una inversión poco común: los equipos oficiales utilizaron 15 neumáticos en todo el recorrido y él sólo lo hizo con 4. Aunque Marcos Patronelli (cuatriciclos) entró en la historia con el primer podio argentino en el Rally más duro del mundo.
"Esto llama a la reflexión de que tienen que ocurrir estos eventos deportivos para que mucha gente tome conciencia de qué se trata el evento. Espero que de llegar a repetirse en 2010 haya apoyo para estos deportistas que se lo merecen", analizó.
El ex piloto efectuó durante dos semanas algo más de 6.500 kilómetros entre Argentina y Chile, con un promedio de 430 por día. "La competencia se acortó mucho y se debió ablandar demasiado porque ni los organizadores ni los corredores nunca supieron que serían tan duras las etapas. Nosotros lo seguimos a la par y más allá de que no se compara el esfuerzo, hubo varios días complicados como en la altura y en el desierto cuando nos perdimos".
A la hora de rescatar lo más llamativo del Dakar 2009 Juan José Barbery optó por el público. "Era emocionante entrar a cada ciudad y encontrar la predisposición con tanta alegría. Hubo casos en la Patagonia donde había 200 habitantes y aparecía una caravana de 500 personas entre motos, cuatriciclos, autos y helicópteros. La combinación entre el público y los participantes resultó el mejor condimento del Dakar sudamericano".
