La difícil tarea de correr contra el reloj

Con demora, tal vez después de haber subestimado el problema luego del estado desastroso en que lo dejó el último Festival de Doma y Folclore, la dirigencia de Racing (con César Spitale a la cabeza) empezó este martes y siguió a lo largo de la jornada de este miércoles los trabajos de mejoramiento en el maltrecho campo de juego del estadio "José Buglione Martinese".

Lo único que no se podrá hacer en este ciclo es la tarea de aireado (no fue posible conseguir una máquina "saca bocado"), pero toda la superficie será rellenada con tierra y arena, emparejada, resembrada y fertilizada.

Lo paradójico en toda esta cuestión es que Racing, con el presidente Carlos Orifici a la cabeza, encaró una tarea que parecía utópica cuando se propuso a comienzo de 2016 cambiarle la cara al mejor estadio del centro de la provincia de Buenos Aires.

La meta le costó seis meses de resignar la localía en el torneo local para trabajos que incluyeron el mejoramiento del campo de juego, y recién pudo ser local en su propio escenario en la tercera fecha de la tercera fase, ante Luján.

Semejante trabajo, y tanta espera fueron destrozados en apenas un puñado de días en el Festival de Doma y Folclore.

Esta semana hicieron frente a las quejas del plantel y el cuerpo técnico y pusieron manos a la obra, contra reloj, para que el piso cambie su cara el 16 de abril, cuando el chaira reciba a Norberto De la Riestra en el partido de vuelta de los cuartos de final del Torneo Federal "C".