"Que ascienda Racing, pero quiero ganarle"

Daniel Lovano / elpopular.com.ar

A diez años de una campaña inolvidable, de un equipo excepcional, el destino ubicó a Luis Quintela frente a Racing, como entrenador de un proyecto sui generis que llevó a Unicén de las aulas universitarias a un Torneo Federal "C".

El "Negro", llegó en octubre de 2007 a Racing y en aquel momento la impresión fue que asumió porque era hincha de chiquito y quería sacarse las ganas. El equipo jugaba muy mal, estaba hundido en la tabla de posiciones, el descenso era una posibilidad más que concreta.

En su llegar y el final del Apertura no pudo hace mucho; para el Clausura llegaron Di Pangrazio, Carlitos Robledo, Esquivel y el Mágico Gonzáñez, y Racing se metamorfoseó en el mejor equipo olavarriense de la historia.

Salió de fondo, ganó su zona por escándalo, les pasó el trapo a todos: Coreano de los empresarios coreanos, Cadetes de Juan Esnaider, Independiente de Neuquén de los Sobisch, a Crucero de Norte de los Koropelski, hasta que en la final lo frenaron en seco... Lo dejaron en inferioridad numérica cuando bailaba a Cipolletti en la ida de las finales, le robaron en la revancha el gol que llevaba la definición por el ascenso a los penales.

Esa es la apretada síntesis para el corto es inolvidable recorrido de Luis Quintela frente a su Racing, al que enfrentará este sábado en Tandil como DT de Unicén.

"Aunque tenía chances de seguir un poco más en la categoría cuando me vine de Racing, dejé el fútbol profesional porque aquella vez me ofrecieron la posibilidad de hacer una trabajo general en la Universidad, y les dije a las autoridades que esa tarea desde al baby fútbol, con los estudiantes jugadores de fútbol iba a demandar diez años para contar con un equipo que peleara los primeros puestos en la Liga de Tandil. Fue un poco menos, porque en 2015 el equipo salió campeón y después participó en el Federal C, y la temporada pasada sucedió lo mismo" contó.

Algunos jugadores que este sábado estarán frente a Racing vienen desde esa época, como Larragnegui, Ferreiro, Nicolás Varela y algunos egresados que también siguen. Rodrigo Gomba supo formar parte de este proyecto.

"Esta semana tuvimos la visita del nuevo secretario de bienestar estudiantil, que era el decano de la Facultad de Ciencias Sociales de Olavarría, vio que la cosa va encaminada. Unicen es un equipo totalmente amateur, los chicos pagan para jugar una cuota mensual de 200 pesos y armaron una cooperativa que les permite recaudar publicidades para botines, viajes o cosas que los compañeros no pueden comprar. Es realmente un ejemplo de lo que debe ser un trabajo en equipo; son 50 jugadores salidos del fútbol menor y del fútbol infantil de la Universidad" reveló.

El debut para la Unicén fue con Ingeniero en La Madrid, con derrota 3-2. "Cometimos algunos errores que nos costaron caro, pero después podríamos haber empatado y hasta lo podríamos haber ganado. Nos faltó un poquito de precisión en la definición" lamentó.

El arranque del torneo le dio letra para seguir cuestionando las fallas estructurales de este torneo. "El fin de semana pasado nosotros tuvimos que viajar a La Madrid porque no se podía suspender, y resulta que después se suspendió en Tres Arroyos, en Bahía Blanca, en Tornquist, en Olavarría. Ahora nos la policía no pide 50 efectivos para recibir a la gente de Olavarría, y nos quieren hacer cargo de un problema que no nos pertenece, porque a Unicén a lo sumo lo van a ver 50 personas entre familiares y amigos de los chicos, y me parece una locura que lo debamos pagar nosotros" se quejó.

Se viene Racing, este sábado en el "San Martín" de Tandil. "A mí, como a Russo, que vemos el fútbol más o menos parecido, no me importa tanto el rival y más con el tipo de equipo que tengo. Estamos buscando el camino y me interesa más cómo jugamos nosotros que de la forma que lo hacen los contrarios. Por ahí saber mucho de los rivales vuelve locos a los jugadores" comentó.

En este sentido, comparó el estilo de la Unicén con la filosofía de aquel Racing inolvidable. "Ese equipo jugaba bien en todas las canchas y no le importaban los rivales. Cuando agarré ese equipo estaba último a 14 puntos de primero, terminamos primeros, clasificados para las finales cuatro fechas y once puntos arriba del segundo" enfatizó.

"Racing está en el centro de mi corazón. Fue un gran equipo; un arquero excepcional que empezó atajando con nosotros, que fue Marcos Coronda, un gran central como Roberto Tucker, dos laterales como el Paisano Santellán y Bruno Brunand, después vino Di Pangrazio, un gran conductor del grupo como Guevara, Leo Serfaty. Cuando vino el Mágico González, con Esquivel y Robledo, le dije a Luis Barbieri ''con estos llegamos a las finales''. Uno con el correr de tiempo se enteró de que el árbitro de ese partido con Cipolletti fue muy cuestionado y en la ida nos echaron al Pato Linares cuando los estábamos pasando por arriba. Fue una amargura, pero era un gran equipo, con grandes jugadores y grandes personas" recordó.

En otro salto del pasado al futuro inmediato, Luis aclaró que siempre festeja los goles de sus equipos, "porque el fútbol es un juego, no una batalla. Como juego siempre lo disfruto, pero sin expresiones fuera de lugar, sea con el equipo que sea, pero de Racing soy hincha desde que nací y eso no se cambia nunca. Por supuesto que este sábado quiero ganarle, pero después quiero que Racing ascienda. Sé que hay buena gente trabajando, que ha hecho una transformación importante en el club, que ha hecho una reforma importante en jugadores y eso se debe reflejar en la cancha. Pero en la cancha somos once contra once y los míos, aunque paguen para jugar, no se siente menos que nadie" cerró.