Violencia en el fútbol
El diputado nacional, allegado a Alvarado, pidió que se "garantice la seguridad de los dirigentes que son víctimas" de los barrabravas
Facundo Moyano, vicepresidente de Alvarado (un club de cuya connivencia con los barrabravas por aquí no hace falta agregar nada) y diputado nacional por el Frente Renovador, pidió que se "garantice la seguridad de los dirigentes que son víctimas" de los barrabravas, después de ser testigo del ataque a balazos a un hombre en la sede de la entidad marplatense.
"Espero que las autoridades pertinentes garanticen la seguridad de los dirigentes que son victimas de estos delincuentes que ensucian el fútbol", escribió Moyano en su cuenta de la red social Twitter.
El diputado e hijo menor del dirigente camionero Hugo Moyano, titular de Independiente, participó de la presentación del nuevo entrenador del primer equipo de Alvarado, el ex Racing Gustavo Noto, y daba una entrevista a un medio local cuando se produjo el ataque en el que fue herido de bala César Córdoba, de 39 años.
Instantes después de que Noto fuera presentado en la sede social de la institución, en Avenida Jara y Peña, se escuchó una detonación de arma de fuego.
Según informó el diario digital local 0223, Córdoba era integrante de la barra que perdió el control de la tribuna e ingresó a la sede de Alvarado a los gritos, y la respuesta fue un disparo que lo hirió en el abdomen.
El ataque fue un nuevo capítulo en la sangrienta disputa interna de la barra brava de Alvarado, que tuvo una víctima fatal en octubre pasado.
En esa oportunidad, Jorge Omar Guzmán fue baleado en un playón del Hospital Interzonal General de Agudos (Higa), lugar donde trabajaba.
