Copa Davis
El loco recorrido de la esposa de Delbonis por la jornada de domingo. De la desesperanza por el arranque de Del Potro ante Cilic, al pedido al dueño del negocio para que le permita escuchar el final del partido de su esposo.
DL / enviado especial a Azul
La esposa de Federico Delbonis, Virginia Taccari, sintió que había poco por hace frente al televisor y se fue a la playa, a tomar sol esperando un milagro que le permitiera ver a su marido en el quinto punto de la serie ante Croacia.
Horas antes de tocar el cielo con las manos, desde Zagreb, Fede le había adelantado que en caso de ganar Del Potro e igualar la serie, iba a jugar el quinto y decisivo punto ante Karlovic. "Me fui a la playa con mis papás a pasar el fin de semana y el mismo domingo me escribió para decir que si ganaba Del Potro él entraba. Pero como veía por el celular que Juan no estaba bien, seguimos en la playa" recordó.
"Cuando ganó mi avisó que dejaba el celular porque estaba por entrar. Entonces corrí a una Pizzería de Cariló y nos pusimos a ver el partido con mis padres y la nena. Recién a lo último, cuando les pedí si podía subir el volumen, se enteraron de quién era" reveló.
Su percepción es que "Fede aún no cayó de todo lo que sucedió este fin de semana. Me parece que después que pase esto que le organizaron en Azul se va a dar cuenta de todo lo que hicieron. Hasta el lunes Maradona le escribía diciéndolo ''cae, cae, sos lo mejor''. Calculo que ahora, de a poco va a ir cayendo".
Como Fede luego en la conferencia de prensa, mientras aguardaba la llegada de su marido, destacó el valor de Gustavo Tavernini en la carrera de Delbonis. "Gusti es el motor imprescindible de Fede; está con él desde muy chiquito y creció con él. Convengamos que le organiza todo, lo hace ser un poco más organizado. Es mucho más que un entrenador; es un amigo y un segundo papá" enfatizó.