Torneo Federal "C"
Cerró el primer tiempo ganando 2-0, quedó con dos jugadores más en el campo e Ingeniero le empató a 10m para el final. El gol average con Estudiantes, clasificó a los albinegros y lo terminó marginando de torneo.
Daniel Lovano / elpopular.com.ar
En seis partidos, en casi seiscientos minutos pasan demasiadas cosas como para adjudicar el destino de un equipo a una jugada puntual o un partido determinado. Pero en este caso vale como síntesis de lo que fue esta incomprensible eliminación de El Fortín. Con todo, absolutamente todo a favor.
Al mirar la tabla, los puntos, la reglamentación del campeonato, lo terminó dejando afuera aquel cuarto gol de Estudiantes en el Parque Carlos Guerrero. Habiendo ganando 2-0 como local, perdiendo 3-1 como visitante bien pasada la hora, faltó mente fría para pensar que el derby estaba perdido, pero al menos quedaba la ventaja en la definición olímpica para en caso de un eventual empate en puntos, que fue lo que terminó pasando
El Fortín quedó eliminado por este empate insólito en su cancha, con dos goles de ventaja, dos jugadores de más, pero empezó e perder la clasificación en la cancha de Estudiantes.
Porque este juego, como dijo alguna vez Johann Cruyff, se juega más con el cerebro que con los pies y El Fortín a lo largo de estas seis fechas fue un equipo que jugó sólo con los pies. Que depositó su suerte en la riqueza individual de varios de sus jugadores, en la capacidad para el desequilibrio en el uno contra uno.
Vale cuando es recurso, cuando se convierte en sistema pueden pasar estas cosas. La alarma había sonado una semana antes, pero el arquero de Huracán de Ingeniero White simplificó el camino. Esta vez el audaz, prolijo, noble equipo de La Madrid, a su ritmo, todos para uno y uno para todos, lo marginó de ese sueño que persigue al menos desde hace un lustro.
Cuando no quedaba opciones en el intento individual, como último recurso aparecía la búsqueda del compañero y el fútbol es al revés. A El Fortín lo dejó afuera aquel gol de Longhini y su desconcepto para jugar, salvo excepciones, como Ojeda.
El Fortín entró a la cancha como si en el insciente no figurara la posibilidad de no ganar este partido y aún fallando, en un abrir y cerrar de ojos sacó dos goles de ventaja.
Primero pifió Fernández y Berdún la puso contra el palo, después el mismo Fernández inició una corrida sin sentido para adelante, la perdió con Maldonado en el medio con todo el equipo saliendo, pase a Schwindt (que estaba en la zona donde debió estar toda la tarde) y con un derechazo cruzado pareció sentenciar la cosa con mucho por delante.
Pero algo se intuía. La inocencia de Ingeniero le había permitido sacar dos goles de ventaja, al mismo tiempo que su nobleza lo había puesto dos veces mano a mano con Ramírez.
Después... los movimientos inexplicables. Ponce y Cañete no tardaron en hacer diferencia por banda, uno tenía desde atrás el apoyo de Di Bello y el otro de Maldonado, con Berdún para asociarse con cualquiera y Schwindt dentro de área.
De repente Cañete pasó a la derecha, se superpusieron los roles con Ponce, armaron un tapón para la sorpresa que siempre puede ofrecer Di Bello; Maldonado quedó aislado, Schwindt apretado contra la raya izquierda.
Desminiteron a la Gestalt, esa que dice "que el todo es mas que la suma de las partes"; acá las partes (de indiscutible calidad) comprometieron el rendimiento colectivo, con una dosis exagerada de individualismo.
Los cambios tampoco parecieron llegar en el momento adecuado. De confusión en confusión, un partido que estaba para liquidarlo y pensar en los cruces para los playoffs se fue oscureciendo junto con la tarde. Hasta Ingeniero hacía cosas como para aclararla.
Hernández cometió su enésimo error, agarró la lanza, metió mal la suela y se fue. Enseguida vino el descuento de Zanga, aprovechando los eternos problemas de El Fortín en el juego aéreo (se la bajaron y la empujó en abajo del arco).
Al rato lo dramático; un episodio que le cortó la respiración a todo el estadio; a Nasello le queedó largo un control y cuando fue a dividir la pelota se encontró con la suela de Billani. "Fue como la jugada de Tevez al chico de Argentinos Juniors" dijo el árbitro tras el partido.
De ahí en más, salvo esa arremetida de final que terminó con el cabezazo de De Arzave en el travesaño, El Fortín desapareció de la cancha y en otro balón aéreo, el rechazo quedó cerca del área y Billani la clavó contra el palo.
El resto fue desesperación, desorden, angustia y decepción, porque un equipo que juntó a más de media docena de jugadores que cualquier equipo querría como refuerzo para jugar un Federal B, no logró pasar la fase de grupos.
Con todo a favor, a lo largo de estas seis fechas y de los últimos 90 minutos.
Esta es la síntesis del partido:
El Fortín:Néstor Ramírez; Nicolás Di Bello, Hugo Larregina, Diego Nasello (ST 26m Emiliano Prendel), Sergio De Arzave; Juan Manuel Ponce (ST 17m Quimey Marín), Maximiliano Ojeda, Diego Berdún (ST 13m Daniel Sánchez), Edgardo Maldonado; Diego Cañete y Jesús Schwindt. DT: Fabricio Torres
Ingeniero Newbery de General La Madrid: Gastón Fernández; Pedro Monclús, Franco Irusta, Ezequiel Hernández, Ramiro Araya; Rauch (ST 8m Hubert), Samuel Franco, Francisco Monclús, Eccher (36m Di Carlo); Guillermo Zanga (St 45m Rinaldi) y Julio Billani. DT: Hugo Ciolli
Goles en el primer tiempo: 18m. Juan Domingo Berdún y 37m Jesús Schwindt (EF)
Goles en el segundo tiempo: 20m y 35m Guillermo Zanga (IJN)
Amonestados: Ojeda, Schwindt (EF); Hernández, Franco, Araya (IJN)
Incidencias: ST, 18m expulsado Hernández, 25m expulsado Billani (IJN); 37m expulsado Ojeda (EF)
Arbitro: Alejandro Berruti (muy bien), de la Liga de Pehuajó
Estadio: "Ricardo Sánchez"
POSICIONES
Huracán de Ingeniero White 12 puntos (*)
Estudiantes (*) y El Fortín 9
Ingeniero Newbery 2
(*) Clasificados para los playoffs