Diego Cañete El domingo jugó sus primeros minutos en este Federal C para El Fortín, e hizo un golazo a la altura de su enorme talento. "Para mí debutar en el torneo con un gol fue maravilloso" reconoció.
Ni toda la amplitud de su perímetro abdominal es capaz de encerrar el enorme talento de Diego Cañete. El tipo entra a la cancha y en cinco minutos puede ser capaz de construir una genialidad que a cualquier otro futbolista de este nivel y con las ventajas que está dando en el plano físico le habría costado un dislocamiento de cadera o un desgarro intercostal.
El domingo, después de dos fechas en dique seco, sin aparecer en la nómina de los 16, Fabricio Torres le dio un puñado de minutos y el jugador más talentoso que dio esta ciudad en los últimos 30 años (por lo menos) intuyó el centro desde la derecha, y cuando vio venir la pelota preparó el gesto técnico, acomodó la zurda (es derecho, por las zurdas) y la clavó en un ángulo.
El más distinto de todos los que andan por acá (en varios sentidos), confesó sus sensaciones algunas horas después de la enésima genialidad. "La verdad es que estoy muy contento. Es lindo hacer goles, pero cuando uno los hace en el club que nació y se formó como jugador es especial. Para mí debutar en el torneo con un gol fue maravilloso".
Diego venía de quedar afuera en el partido con Estudiantes (no le gustó nada la idea de ir al banco, cuando había sido anunciado entre los titulares) y de quedarse en Olavarría cuando El Fortín viajó a Ingeniero White. "Venía mal por un mal entendido con el entrenador y por eso no pude estar, pero ahora que se habló y se arregló todo pude jugar unos minutos. Yo voy a tratar de seguir siendo el Diego de siempre. Sé que me va a costar, pero con sacrificio y el apoyo de mis compañero sé que voy a poder" prometió.
Cañete vio desde el banco el flojo primer tiempo de El Fortín en La Madrid y desde adentro la reacción del segundo para el triunfo 3 a 1. "No sabría cómo explicarlo. Ellos se plantaron bien, no dejaron jugar a los jugadores de buen pie que tenemos nosotros, pero con la entrada de Dani (Sánchez) y Juanma (Ponce) el partido se hizo un poco más jugable y pudimos encontrar un poco del juego el quiere el DT" reflexionó.
Ahora se viene el partido con Estudiantes, que puede terminar de allanar el camino hacia la clasificación. "Sabemos que si nos traemos algo de la cancha de ellos, después vamos a tener dos partidos en casi, pero ellos primer van a tener un duro partido con Huracán y según el resultado van a salir más o menos necesitados" consideró.
En el final habló de un tema que cuando se lo plantean le genera una mueca de fastido y es si va a volver a ser el jugador maravillos que enfureció a la barrabrava de Alvarado en Mar del Plata encadiló a toda la Provincia con la camiseta del Ferro de Torrisi, hace un par de años. "Uno no se olvida nunca de jugar. Por ahí me cuesta bajar de peso, pero empecé a trabajar con una nutricionista para bajar siete kilos y después sí, poder divertirme adentro de una cancha como lo hacía antes".
Qué así sea. El público, que tan poco recibe en estos tiempos, agradecido.
