Gustavo Echaniz El entrenador de Huracán de White tiene atrás un pasado riquísimo, que en sus tiempos de juvenil lo vinculó sentimentalmente con la gran estrella de la TV argentina en los 80. Jugó en muchos clubes y formó parte de una época dorada en el América de México.
A veces es necesario un conocimiento previo entre el entrevistado y el entrevistador que indica los carriles por donde deben ir las preguntas para evitar que la entrevista se termine antes de tiempo. Cuando no lo hay, hasta la palabra más inofensiva podría disparar el fin de la conversación.
Gustavo Echaniz es el entrenador de Huracán de Ingeniero White, el mismo que viene de ganarle a El Fortín 2-1 y que este martes buscará buena parte de la clasificación en la cancha de Estudiantes. Pero, los menores de 40 años no tienen por qué conocer el recorrido que lo trajo hasta acá.
Eran comienzos de los 80 y Chacarita trataba de volver a Primera, de donde había caído a la Primera B tras ser campeón, en un triangular con Platense y Gimnasia a fines de los 70. Como casi siempre, la plata no sobraba y lo que debería ser la mejor opción, a veces es un manotazo de ahogado: echar mano a los pibes del club.
Mientras luchaba por volver desde la vieja B Metro aparecieron casi al mismo tiempo un grupo de pibes que el tiempo se encargó de ponerlos en su lugar... para nada intrascendete: Luis Islas, Osvaldo Ingrao, el Ruso Abramovich, Enrique Ezequiel Borrelli, Itabel y un delantero goleador, corpulento y pintón. Un tal Gustavo Echaniz.
Con los goles y los ecos en la prensa llegó la notoriedad, y de la mano de esa notoriedad el acceso a lugares jamás imaginados por aquel pibe nacido en San Nicolás y formando en las divisiones inferiores de Newell´s Old Boys.
No existían los programas de la farándula en aquel tiempo o, sin existían, estaban en la prehistoria de lo que hoy son. Pero sí las revistas que consumían ríos de tinta con noticias de la farándula y el corazón. Nocturno, TV Guía, Siete Días, Gente, etc.
De pronto les apareció un culebrón imperdible: la súper estrella de la TV argentina (Andrea Del Boca), un fenómeno telenovelero imposible de parangonar con esta realidad, y la promesa de la que hablaba todo el fútbol argentino (Gustavo Echaniz) estaban saliendo (término inapropiado para la época). Eran novios, así de cortante.
¿Cómo abordar el tema con el hoy entrenador de Huracán de Ingeniero White? ¿Y si le molesta? Para que demorar la cosa. La primera pregunta sobre aquel pasado hoy tan lejano.
¿Estoy hablando con el entrenador de White y con la estrella de la farándula de principios de los 90, no?
La respuestas fue la más distendida. "Si, jajajajaj. No cualquiera era el novio de Andrea Del Boca en aquellos años" recordó Echaniz, que había llegado a semejante nivel de exposición no por la percha, sino con sus goles.
"Siempre les digo a los pibes que por suerte en aquella época no existían programas como los de Jorge Rial, pero a mi mamá y a mi hermana las volvían locas en San Nicolás. No había tanto circo, aunque por suerte yo andaba bien adentro de la cancha. Chaca tiene hinchas para nada mansitos, y si no hubiese rendido me habría rencontra puteado en todos los colores" bromeó.
"Por suerte salimos un grupo de pibes que le dimos mucho a club, casi todos al mismo tiempo y logramos devolverlo a Primera después de un descenso muy doloroso" confesó Echaniz.
El "Potro" pasó de inmediato a Huracán, de ahí dio el gran salto al gigante América de México, con argentinos notables, como el arquero Juan Miguel Zelada (campeón en México 86), Daniel Brailowski, Norberto Outes, la "Araña" Amuchástegui. "Pasé de veranear en Monte Hermoso a veranear en Monte Carlo" comparó Echaniz.
"El América es un club inmenso, igual o mejor que los más poderosos de Europa. En esa época se pagaba bien, pero no en los niveles de ahora. Yo estuve tres años en ese club, ganamos todo lo que jugamos, pero nadie se salvaba. Hoy el 9 del América de México debe estar ganando un millón y medio de dólares por año" especuló.
"Yo llegué de Chacarita, donde la utilería era lo que teníamos puesto . El primer día en el América le pregunté al Ruso Brailowski donde tenía que ir a buscar la ropa y me dijo ´esto es otra cosa´. Me dieron cuatro cajas con ropa para todas las estaciones, jajaja. Yo no lo podía creer" confesó.
"A pesar de todo, fui un afortunado en el fútbol; cuando fui al Salzburgo de Austria me encontré con otro club impresionante" dijo el DT que visitará este martes el Parque y que sólo con las camisetas que vistió tendría para llenar buena parte de un ropero: llegó a San Lorenzo después del terremoto que en 1985 destruyó la Ciudad de México, volvió para jugar en el Puebla, los gallos blancos del Querétaro; Chaco For Ever, Lanús, Unión de Santa Fe, Austria, Colón, Almirante Brown, para cerrar su carrera en Olimpo, y en Bahía Blanca, la que terminaría siendo su lugar en el mundo.
"Vine a retirarme y tuve la suerte de ascender. Nos gustó tanto, que con mi señora mexicana decidimos quedarnos a vivir. Fui toda la vida coordinador de las divisiones inferiores del club, estuve como técnico interino en Primera, hasta decidí a buscarme un futuro en los campeonatos Argentinos, que para mí son muy importantes" subrayó.
Hace siete meses llegó a Huracán de Ingeniero White y lo sacó campeón de la Liga del Sur luego de 44 años. "Nuestra realidad es más parecida a la de Ingeniero de La Madrid que a los clubes de Olavarría. Estoy muy agradecido a este club, la gente me quiere y les hemos dado a los hinchas una alegría muy grande. Acá hay gente de 40 años que nunca lo había visto campeón de la Liga del Sur. Tenemos tres estrellas, no mil como Olimpo" afirmó.
Desde los seis puntos que lo tiene arriba de todos, Echaniz sigue diciendo que los dos máximos candidatos son los clubes de Olavarría: "Cuando se conoció la zona, pera mí el equipo más fuerte era Estudiantes, que se llevó a jugadores muy importantes, entre ellos a Gaby Senzacqua, que lo tuve en Olimpo y en Comodoro Rivadavia, y a Longhini me lo quise llevar al Sur".
A El Fortín lo enfrentó hace ocho días. "Nosotros empezamos mejor, después ellos agarraron la pelota y nos complicaron; tienen dos volantes externos muy importantes, un cinco muy inteligente y un 9 que juega muy bien. Le ganamos, pero nos podrían haber empatado tranquilamente y tal vez hubiese sido el resultado más justo. El Fortín es un equipo muy fuerte y puede llegar muy lejos" pronosticó.
De su equipo no escondió nada. "Jugamos con tres en el fondo, cuatro en el medio y tres adelante. Somos un equipo que tiene un buen arquero y que se defiende bien; en 17 partidos de la Liga del Sur nos hicieron sólo seis goles" contó
Cuando a la charla se le extinguían los temas, Echaniz recordó que Olavarría pudo hacer sido su destino: "Estuve por ir hace un par de años. Me llamaron y les propuse armar un selectivo con los mejores Sub 18 de la ciudad, que la base que le quede a futuro, y competir la gente del club y algunos chicos de los que tenía referencias, como Di Bello, Maldonado. Lamentablemente no se dio, pero quedé muy agradecido con los dirigentes, con gente como Javier Frías y todos los que hablamos ese año".