Oscar Altamirano El "Gordo" fue figura clave en el ascenso de Almagro a la B Nacional; medio en los que habló, recordó a la Ciudad y su paso por Racing.
Racing dejó una huella en su corazón para siempre y Olavarría le dio una familia, entonces, esté donde esté, cada vez que tiene la oportunidad, Oscar Altamirano se acuerda de la ciudad que lo recibió en marzo de 2003 y del club que lo tiene como uno de los máximos referentes deportivos de su historia.
Apenas terminado el partido con Morón, que finalizó 1-1 y (con el 4-0 de la ida) le dio a Almagro el retorno a la Primera B Nacional (ese lugar que el Gordo buscó con Racing y el poder político olavarriense que se va hizo lo imposible para que no se concretara) Altamirano mencionó a Olavarría, y los amigos que dejó en su imborrable paso por Racing frente a cada cámara y cáda micrófono que se le cruzó en el camino.
Después, en horas de la noche, su mujer (olavarriense) y sus hijos se fueron a celebrar el ascenso a la categoría de plata del fútbol argentino en el estadio de José Ingenieros con la gente que, cuando empezó la temporada, sólo se conformaban con levantar el promedio y manterse en la categoría.
