BASQUET

A la Cenicienta no le entró el zapato, por suerte

Luis Scola (26), Andrés Nocioni (22) y Facundo Campazzo (15) fueron los goleadores albicelestes. Quinto triunfo en fila del equipo que hoy a las 14 enfrentará a Panamá (por TyC Sports). 

Uruguay es la Cenicienta de la segunda fase. A priori, el equipo más débil, el que entró por la ventana, el más ganable, en teoría. Pero jugaba el clásico rioplatense y ahí no hay favoritos, como en todo clásico. Y a la Argentina le molesta mucho Uruguay, lo padece, le ganó un par de veces en la preparación y, lo peor, es de los pocos equipos que no le temen a nuestra escuadra. Al contrario, lo agranda.


Y así se dio el juego. Pero también hay que decir que para que se dé una paridad similar entre dos selecciones de diferentes potenciales, algunas variables también deben modificarse. Las más importantes fueron: el peor partido de la Argentina (ojalá haya sido la jornada fatídica que todo equipo tiene en este tipo de torneos), un gran Uruguay táctica y emocionalmente, y el descenso del rendimiento individual de jugadores en la Argentina, y al contrario en el equipo charrúa.


El primer cuarto fue Uruguay vs. Scola. Juego trabado, duro, luchado, friccionado y físico, nervioso y de bajo goleo, como se esperaba iba a ser para los que conocemos algo de este clásico, con un final de 19 a 18 para los uruguayos, pero que marcaba una preocupante situación si continuaba así.


De los 18 puntos argentinos, 13 eran de Scola y el resto de los iniciales y los cambios habían aportado sólo 5. Uruguay repartía mejor su goleo entre Calfani (de notable partido), Fitipaldo y Newsome, más otros aportes. Nueve jugadores uruguayos habían convertido y en la Argentina sólo tres. Otros datos explicativos: Argentina 0 de 6 en triples y 8 rebotes, mientras los charrúas habían tomado 15, o sea, más posesiones y más recuperos.


El segundo cuarto siguió en la misma tónica y agravó la situación del equipo nacional, que seguía sin encontrar respuesta a la maraña y efectividad uruguaya, que seguía dañando vía Fitipaldo a distancia y penetrando, Calfani reboteando y convirtiendo cerca del aro a los que se sumaba ahora Aguiar, al que le debemos parte de la vida, ya que en este primer tiempo, de 9 libres había convertido sólo 3, si bien lograba conversiones de cancha.


Nuestro equipo no encontraba respuestas en la conducción. Se alternaban Laprovittola y Campazzo, diferentes ellos, pero ninguno lograba ponerle el ritmo adecuado al partido y sacar a la Argentina del letargo, que seguía cerca en el marcador por las limitaciones uruguayas y el sostenido goleo de Scola, que cerraba este período con 22 puntos.


Ni Brussino ni Deck ni Delía, ni incluso Nocioni, fueron solución para los problemas argentinos, que a base de defensa, alguna corrida y esporádicos bombazos de afuera seguía ahí en el marcador, repito, porque más allá de todo, Uruguay tiene sus limitaciones marcadas.


El primer tiempo se cerró 44-37 para los charrúas, que nos hicieron precio, sobre todo por la cantidad de lanzamiento libres errados por sus jugadores. El tercer cuarto arrancó con la Argentina en defensa zonal, buscando cubrir su tablero, pero un encendido Aguiar puso a Uruguay a peligrosos 11 puntos de diferencia (48-37), lo que por suerte fue contestado con dos bombazos de 3 puntos de Mainoldi y Richotti (de gran partido, cumpliendo cada vez que entra, pero jugando poco, a mi juicio).


Eso volvió a ponerle paridad al juego y frenó la peligrosa escapada de Uruguay en el tanteador. A falta de 5 minutos, la Argentina empató el partido en 52, recuperando goleo Nocioni, que poco había aportado en el primer tiempo.


Campazzo empezó a acelerar, a convertir y a complicar a la defensa uruguaya, algo positivo para la Argentina, ya que Scola había empezado a secar su producción en el aro rival (terminó con 26 puntos, 22 en el primer tiempo).


Se dominó mejor el tablero defensivo y, como viene sucediendo casi como una profecía, la Argentina en la segunda mitad del tercer cuarto mejoró, aunque no a nivel de otras jornadas. Pasa al frente por primera vez, toma una luz de 5 puntos vía Richotti y Scola, pero grandiosos Calfani y Fitipaldo le dan a Uruguay un parcial de 6-0, llevándose el parcial 67-66.


Ultimo cuarto dramático. Todos cargados de faltas, los principales jugadores, alternancia en el marcador, hasta que a falta de 1'' 50" Campazzo y Nocioni desde la línea ponen una diferencia de 3 puntos que será sostenida hasta el final, pese a los intentos uruguayos de acercamiento.


¿Difícil?, mucho. ¿Inmerecido?, sí. Lo reconocen hasta los nuestros. Uruguay hizo el gasto y lo manejó tácticamente. Le faltó nafta para cerrarlo. A esta Cenicienta vecina nuestra, el príncipe también le golpeó la puerta, pero cuando le probó el zapato, no era de su talla. Por suerte para la Argentina y el final del cuento, se modificó.


Resultados. Venezuela 72 - República Dominicana 68; y Canadá 103 - Panamá 66. Para hoy. Argentina - Panamá (a las 14, por TyC Sports); Puerto Rico - República Dominicana (16.30); Canadá - Uruguay (20); y México - Venezuela (22.30). 

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