Escándalo de la FIFA Hugo Jinkis, uno de los empresarios argentinos acusados por la justicia de Estados Unidos, impulsó aquel costosísimo Alvarado gerenciado que se midió con el equipo de Francisco Russo en el verano de 1994.
No muchos equipos han atravesado el tiempo con el privilegio de quedar en la memoria colectiva por la calidad de su juego. Uno de ellos fue aquel El Fortín de Francisco Russo que participó en el Torneo del Interior 93/94, en lo que significó además su primera presencia en certámenes del Consejo Federal.
Ganó la fase de grupos frente a rivales de altísimo nivel (como Boca de Tres Arroyos y Azul Athletic), después eliminó a Defensores del Este de Pehuajó y se metió en la ronda final tras dejar en el camino a Atlético Mercedes, que un año antes había vapuleado a un excepcional Ferro, con Luis Barbieri, Bambikián, Oudoukián, Claudio García y Cía.
A El Fortín le tocó debutar en la ronda final de la provincia de Buenos Aires en Mar del Plata, frente al Alvarado más caro de toda la historia, con Cayetano Rodríguez como entrenador, y futbolistas que habían sido (y fueron después) hombres relevantes en el fútbol argentino y continental.
Lo Tártaro al arco (el mismo que en 2004 llegaba a Primera con Huracán de Tres Arroyos), el internacionl uruguayo Obdulio Trasante y Musladini en la defensa; Juan Barbas en la mitad de la cancha, al lado del talentosísimo Silvio Rudman y adelante la Rata Rodríguez, figura emergente en Boca de fines de los 80.
Ese equipo de Alvarado se pergeñó con el desembarco de una de las primeras experiencias gerenciadoras en el fútbol argentino, encabezada por el "inversor" Hugo Jinkis, uno de los tres empresarios argentinos acusados por la justicia de Estados Unidos junto a un grupo de dirigentes de formar parte de una "organización mafiosa, fraude masivo y blanqueo de dinero".
El proyecto, sin la menor base de sustentación, no fue más que una tormenta de verano. Del verano de 1994.