FUTBOL

La primera proeza de la historia cumple una década

Argentino "B" 2004/5 Gabriel Senzacaqua, su arquero, recordó aquel 21 de mayo del que este jueves se cumplirán diez años, cuando Racing le ganó 1-0 a Juventud en la cancha de Argentino de Pergamino y logró el ascenso al campeonato Argentino A.

Daniel Lovano / elpopular.com.ar

Parece de otra era y en otro continente. El calor y la humedad de este mayo contrastan con el frío helado y ventoso de aquel sábado 21 de mayo de 2005, cuando Racing salió a buscar en la cancha de Argentino de Pergamino el primer título grande en la historia de genuino fútbol de Olavarría, tras haberle ganado 3-1 a Juventud el partido de ida en el "José Buglione Martinese".

A la hora de tomar las formaciones del equipos, desde enero la lista empezaba con Gabriel Senzacqua. Había llegado en enero, para reemplazar al inefable Víctor Sieracki, una de las figuras en el equipo que ganó el Apertura, desvinculado en circunstancias extrañas, no muy bien con los dirigentes, peor con algunos compañeros. Por caso, Oscar Altamirano, la estrella de aquel equipo inolvidable.

"Ufff, por donde empezar" exclamó el arquero, hoy un olavarriense más. "La verdad es que fue todo tan lindo que me marcó mucho en lo personal. Fue mi primera experiencia fuera de mi ciudad natal, con la suerte de ascender y llegar al Argentino A, con un grupo humano muy bueno, en el que todos sumaban, desde el Cuete De Luca hasta el ultimo de los juveniles" destacó.

Gabriel subrayó que "el profesionalismo reinaba sobre otros equipos. Cada partido en el Buglione la cancha reventaba porque lo que demostraba o contagiaba; cosas muy difíciles de conseguir si no se cuenta con jugadores de la guapeza de Pablo Ponce, Pedraza, Santellán o Palomeque. Sumando la elegancia y el buen trato de pelota de Ale Sepulveda o Adrián Rodas, las pasadas de Chulo Bricka o Ariel Orellana por las bandas. Los goles de Oscar; Tabare; Saavedra. Y en defensa Roberto Tucker, que ya empezaba a mostrar lo que iba a ser después".

Senzacqua habló de la seriedad y el compromiso del cuerpo técnico encabezado por Hugo Tenaglia y la dirigencia, la misma que poco tiempo después sería repudiada y vilipendiada desde los sectores más poderosos de la Ciudad. "Hugo era un tipo muy conocedor de la categoría, venir de ganar todo con Huracán de Tres Arroyos pocos años antes, y el profe nos castigaba duro, pero siempre en un marco de buena honda. Además de una dirigencia comprometida, que nos acompañaba cada segundo, que cumplía en tiempo y forma con los compromisos asumidos".

El partido fue duro, el final desagradable y violento, la vuelta inolvidable. "Siempre voy a recordar el regreso a Olavarría, donde nos esperaban los hinchas, y para ir desde Pringles y la Ruta 226 hasta el estadio demoramos más de tres horas entre cánticos y reconocimientos, y nosotros adentro del micro entre abrazos y lágrimas".

A diferencia de lo sucedido apenas seis años más tarde, aquel equipo de Racing obtuvo el reconocimiento de la principal autoridad política del Partido. El mismo apellido, diferente reacción: "En Racing nos esperaba el intendente de la ciudad, don Helios Eseverri, junto al presidente del club con un rico y sabroso cordero. Son cosas hermosas, que algún día seguramente podré contarles a mi hija pequeña; lo lindo que fue ser parte de un equipo que por primera vez puso el nombre de Olavarría en la elite, en la tercera categoría de un fútbol tan grande como es el argentino".

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