Torneo Nacional de Ascenso Estudiantes sufrió este miércoles una durísima derrota 85-61 ante el verdolaga en el Maxi, con una noche devastadora del visitante en lanzamientos de tres. Este viernes a las 21.30 vuelve a jugar de local, ante Banda Norte de Río Cuarto.
Como si el corte en el suministro de energía eléctrica que dejó a oscuras al Parque Carlos Guerrero en las horas previas al partido hubiese sido un presagio, Estudiantes tuvo una noche sin luces, se encontró con un rival iluminado y sufrió una de las derrotas más duras que se recuerde en el Maxigimnasio del Parque Carlos Guerrero.
Era el partido ideal como para determinar el lugar exacto en este momento dentro de la segunda categoría del básquetbol argentino, para definirse si su rostro era el de las dos derrotas y media (Monte, Hispano y GEPU) de hace unas semanas, el de las nueve victorias consecutivas de principio de año, para apuntalar esta mini racha positiva.
Pero Ferro Carril Oeste no lo dejó; le ganó 85-61 en una noche que le dejó muy pocas alternativas.
El último momento de felicidad en una noche triste fue ese doble del Cholo Martirena, que a 4m 22s para el final del primer cuarto puso a Estudiantes 13-10 arriba. Fue la última vez que el público bataraz miró hacia el cielo del Maxi y el bata estaba arriba en el marcador.
Justamente un símbolo el equipo que logró el ascenso, Luciano Tantos, igualó en 13 a 4m 6s para el final de la etapa, y a partir de ese momento, todo fue de Ferro. Sólido en el juego interior y devastador a distancia, con un asombroso registro de 55% de efectividad desde más allá de la línea (16 conversiones de 29 intentos).
La relación entre el rendimiento colectivo y la performance proporcional suele ser directamente proporcional y mientras Ferro tuvo cinco jugadores en doble dígito anotador (Portillo 10, Dentis 12, Readus 13, Picarelli 11 y Tantos 14), y del otro lado el balance fue claramente antagónico.
Arbitraron Raúl Oscar Lorenzo - Cristian Ariel Salguero, y los parciales fueron Estudiantes 17 - Ferro Carril Oeste 25, 31-40 y 44-66. Estos 22 puntos para el último descanso fueron lapiadarios. Ferro Carril Oeste los administró con mucho oficio y no sólo eso, sino que las diferencias oscilaron siempre entre 24 y 26 puntos, para terminar en el duro e inesperado 85-61.
Fue la caída como local más dura de la era Pisani y uno de los registros más adversos en casa desde que está en el básquetbol profesional argentino, pero este viernes, también en el Maxi, Estudiantes se despedirá como local en esta segunda fase y tendrá la oportunidad de reivindicarse ante Banda Norte de Río Cuarto.