Mauricio Peralta Abatido, el entrenador de Estudiantes analizó la derrota con El Fortín, hizo hincapié en las dos fallas que permitieron a los visitantes revertir el resultado y reconoció que "nadie esperaba este presente".
Foto: Carlos Ramírez
A medio hora del final del partido, abatido, acompañado por su asistente el Coqui Othasegui, en con ese silencio que sigue a las grandes decepciones, no ya por el resultado, sino porque no quedaba nadie en el vestuario de Estudiantes, Mauricio Peralta trató de analizar la derrota y la delicada situación en la tabla de posiciones del equipo bataraz.
"Matemáticamente todavía hay posibilidades" dijo Peralta y apuntó que "no está nada dicho, aunque no dependemos de nosotros, sino que necesitamos que Alumni no gane en la cancha de El Fortín y ganar nosotros en Tapalqué. Ahora veremos cómo terminaron los muchachos, analizaremos de manera conjunta el partido y uno fuerza siempre tiene. Soy joven y obviamente que tengo mucho por recorrer en esto. De los errores se aprende, y también me fortalecen, como cuando jugaba".
El entrenador de Estudiantes se refirió a una especie de dinámica negativa que acompaña al equipo, desde aquel lajano debut en la cancha de El Fortín. "Cada aproximación del rival parece gol, y después cuesta mucho para construir una a favor. La impotencia es muy grande, aunque nos aferraremos a la posibilidad matemática que existe. Estamos mal porque este presente no lo esperaba nadie, pero es fútbol y uno sabe que pueden suceder este tipo de cosas" sostuvo.
En el mismo sentido, lamentó la ocasión increíble desperdiciada por Matías Mignone en el final de partido. "Le quedó el arco solo pero no la pudimos empujar. No era para nosotros; aunque hicimos un buen partido en el comienzo, pero terminamos desdibujados por jugar con un hombre menos y ellos estuvieron sólidos. Arrancamos bien, pudimos imponer nuestra actitud y nuestras fuerzas. Estábamos bastante cómodos en el partido, además pudimos convertir y se estaba jugando en el terreno de El Fortín, pero en dos desatenciones nos convirtieron y esos errores no se pueden cometer frente a un un equipo que tiene muy buenas individualidades, porque los goles de ellos llegaron en una ráfaga; no pudimos salir del primero y enseguida nos hicieron el segundo".
Otro golpe duro fue la roja a José Luis Vivas en el inicio del segundo tiempo. "Buscamos reorganizarnos, pero eso no nos duró nada porque enseguida llegó la expulsión, ya que después empezamos a hablar de otro partido también" y cerró destacando que se queda "con las ganas que pusieron los muchachos que se quedaron en la cancha".