En el Barrio AOMA El playón polideportivo de aquel sector del partido de Olavarría fue bautizado con el nombre de Hugo César Alves, un vecino ilustre desde hace 35 años, los que transcurrieron de su consagración como campeón del mundo Sub 19 en Japón.
Fotos: Marcelo Kehler
Costaría mucho encontrar mejor parámetro para calificar a la trayectoria de un deportista que un campeonato del mundo de la FIFA, pero en este caso mucho más trabajo llevaría magnificar la calidad humana del homenajeado en el Barrio AOMA, donde el playón polideportivo fue bautizado "Hugo César Alves", vecino ilustre desde hace 35 años, los mismos que transcurrieron de su consagración como campeón del mundo Sub 19 en Japón.
La sorpresa y la emoción llegaron casi a la par para Hugo, que pudo compartir un merecido reconocimiento en la cálida tarde de este jueves con su familia, los amigos de la pelota, su padre Don Aníbal y su mentor, Raúl Moriones.
"No esperaba esto; ni la gente que vino, los amigos que me dio esta profesión, estuvo toda la gente que quiero. Estoy muy emocionado con este reconocimiento" confesó el ex jugador de Boca, campeón del Metropolitana en 1981 con aquel formidable equipo de Diego Maradona y Miguel Brindisi.
Su agradecimiento público fue seguido desde la primera fila por su mentor, Raúl Moriones. "Con mi hermano siempre decimos que Raúl fue importantísimo para nosotros. Piense que fue un formador fenomenal, y para nosotros fue muy importante cuando fuimos a Buenos Aires haberlo tenido como entrenador en Loma Negra. Gracias a él pudimos quedar sin problemas. Todos los que han pasado por sus manos sabían que formador era: muy bueno, muy exigente, pero si uno se sacrificaba y hacía lo que él nos decía, los objetivos se concretaba" subrayó Hugo para Noticias, de Canal Local.
Vale recordar cuando la ocasión lo amerita que este señor de perfil bajísimo jugó la final de una Copa del Mundo de la FIFA, hizo un gol y levantó la Copa en Japón 79, con uno de los equipos más recordados en la incomparable historia del fútbol argentino.
Algo que aún hoy parece complejo de medir. "No soy de hablar mucho de eso, ya pasó, hace 35 años, pero cuando me pongo a pensar sé que tuvo una dimensión muy grande haber ganado el primer campeonado mundial juvenil para la argentina, haber marcado un gol en esa final, y haber jugado en ese equipo con Diego Armando Maradona, que ya era una estrella mundial".