BASQUETBOL. Ignacio Catanzaro anotó los libres que salvaron a Estudiantes del descenso
El final del partido del pasado sábado para Estudiantes fue un fiel reflejo de lo que fue toda la temporada 2010/2011 de la Liga Nacional "B": un sufrimiento constante. Si bien el equipo no se había armado con la intención de buscar el ascenso, ni al más pesimista hincha bataraz se le hubiera cruzado por la cabeza que iba a salvar la categoría en el último tiro del último juego.
La victoria ante Los Indios de Moreno en el Gran Gimnasio del Parque Carlos Guerrero por 64 a 63 desató el loco festejo de jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas, que se desahogaron a pleno luego de verse por un instante el borde del precipicio. Si hasta se hizo presente en el Maxi Claudio "Lolo" Farabello para apoyar al equipo con el que alcanzó la gloria en la época de oro albinegra.
El héroe de la noche finalmente resultó el escolta Ignacio Catanzaro, un genuino jugador del ámbito local que desde hace varios años la viene luchando disputando el torneo de la ABO y el Provincial de Clubes, debutó esta temporada en la Liga Nacional "B" y, si bien la transitó con altibajos, tuvo un hermoso final.
Con el partido 63 a 61 para Los Indios Catanzaro tomó la pelota con tres segundos para el cierre y al intentar un triple desde mitad de cancha fue beneficiado por el árbitro Mario Sauer, que imaginó una falta de Rodrigo Monier y le concedió tres libres que el olavarriense encestó con suma frialdad para decretar el triunfo albinegro.
A segundos de culminado el partido, en medio del festejo alocado en el vestuario y con la voz quebrada por la emoción, Catanzaro afirmó que esos tres libres fueron los más importantes de su carrera como basquetbolista: "Sí, la verdad que no hay discusión sobre eso. Creo que fue una situación muy fea la que me tocó vivir. Todo aquel que juega al básquetbol o que hace algún otro deporte sabe que son situaciones muy feas que hay que enfrentar. Ahora está todo muy bien, pero si me tocaba fallar iba a ser un karma que iba a llevar toda la vida. Por eso estoy muy feliz ahora".
Luego se hizo tiempo para hacer un breve repaso de lo que fue esta Liga para el Bata y sostuvo que "hubo muchas cosas en contra, tuvimos muchos problemas. Gran cantidad de cosas extrabasquetbolísticas en contra y por suerte, gracias a Dios, pudimos defender la localía porque estábamos perdidos y lo pudimos ganar en el último segundo", señaló.
El equipo bataraz entró al cuarto final ganando por 9 puntos (49 a 40), pero tuvo un bache en ataque muy pronunciado y de milagro no lo terminó pagando con la derrota.
Sobre las causas de ese quedo el ex jugador de Racing A. Club y Pueblo Nuevo dijo que se llegó a esa situación porque "no defendimos como veníamos defendiendo y en ataque iban cuatro o cinco minutos y habíamos hecho un punto solamente. Así era muy difícil mantener la diferencia porque nosotros no la metíamos y nos dejamos estar. Por eso llegamos a un final muy cerrado, con la ventaja para ellos. Gracias a Dios se dio como se dio porque Dios es grande y estoy muy contento por eso".
Luego, todavía con las pulsaciones más que altas, recordó la jugada que definió el partido: "Yo solamente recuerdo que pedí la pelota porque quedaba poco tiempo y había que tirarla rápido o fabricar una falta. Era la única opción porque quedaban tres segundos. Yo solamente esperaba que cobraran alguna falta, por suerte la cobraron y después la sensación fue muy fea".
"En el momento de tirar los libres se me cruzó por la cabeza todo el esfuerzo que hice durante la temporada. Además, yo laburo, ando todo el día como loco y se me cruzó por la mente todo el sacrificio realizado desde hace varios meses a esta parte. Tuve a Dios de mi lado, El me ayudó".
Finalmente Catanzaro se dedicó un espacio para acordarse de los suyos y disfrutar este grato momento que le toca vivir: "Para nosotros esto es como haber ganado un campeonato y se lo quiero dedicar a la familia, a mi viejo, a mi novia, que siempre me aguanta y está siempre en todo momento, cuando estoy caliente y mal. Obviamente que esto es para la familia, para mi hermano, para todos, y para Nicola (por Roberto Orsatti), también".