El trigo, la vedette La zona de Las Martinetas sigue siendo el mejor terreno. Hubo recuperación en el sector de La Colina y Líbano. Se espera algo similar para la gruesa.
Cosecha fina: "La cosecha era lo que se esperaba, con rendimientos superiores a las previsiones iniciales", destaca el ingeniero Lescano. Cuando finalizó el trabajo de fina las conclusiones son favorables.
Según las estimaciones, el promedio en La Madrid superó los 3.500 kilos. Pero lo más importante es que en zonas como Líbano y La Colina, en las que el 2010 los rendimientos fueron exiguos o directamente no se pudieron trillar, esta temporada hubo rindes de entre 2.500 y 3.000 kilos. Las Martinetas volvió a ser el mejor terreno con promedios de 5.000 kilos.
"En lo que respecta a las calidades fueron disímiles", indica Lescano. "Hubo muy buena calidad en algunas variedades como las panaderas con buenos índices de proteínas y gluten; en el caso de las variedades baguette la calidad fue inferior, aunque con buenos rindes", agrega.
Mirando al Dios cielo: En lo que respecta a la cosecha gruesa, las últimas lluvias (superaron los 200 milímetros en pocos días, en algunos sectores) han aportado humedad y generaron un beneficio en la soja; esta semilla ha ganado adeptos pero los terrenos que puede ocupar son limitados.
"En el caso del girasol, algunos venían mostrando estrés hídrico aunque se espera un buen rinde. En el caso del sorgo de pastoreo y el granífero, que no es mucho el que se siembra en La Madrid, le llegó en un momento justo", explica.
Otro de los cultivos, el maíz, "dependiendo de la fecha de siembra, también estaban con un estrés hídrico y esto los pudo haber salvado, si ya estaban en floración no se van a recuperar", comentó.
En lo que respecta a los cultivos elegidos por los productores lamatritenses, Lescano sostiene que "hubo un repunte del área de siembra de trigo", que sigue siendo la semilla más sembrada en el Distrito.
"El girasol para nosotros cayó un poco la superficie sembrada, principalmente por los precios que tenía al momento de la siembra no eran motivadores para sembrar y hoy son excelentes. Cuando el girasol vale mucho gana terrenos en los lugares en los que la soja no se puede implantar, como en los lotes de barro blanco", apunta.
¿Nuevos métodos de labranza?: Las crisis siempre traen buenas cosas. La escasez de precipitaciones y los precios del gasoil hicieron que los suelos se muevan menos, haciendo menos disqueadas.
"En la siembra directa pasan menos las máquinas y hay menos gastos; eso trajo aparejado que los lotes tuviesen mayor cobertura, haya menos maleza y así se pudo guardar buena humedad".
"Muchos productores han tomado conciencia y revirtieron el mito de que el girasol no se puede hacer en siembra directa. Se han obtenido muy buenos resultados haciendo un buen control de malezas. Tal vez se esté dando un comienzo de una siembra conservacionista", se entusiasma.
Durante la temporada anterior, sumado a las malas condiciones climáticas, las plagas, principalmente la tucura, provocaron una caída en la producción granífera. En este caso el ingeniero Lescano valoró el trabajo realizado por la Comisión de Lucha contra las Plagas y la Sociedad Rural. "Gracias al trabajo desinteresado de esa gente que se encargó de hacer la campaña de fumigación ahora la tucura no tuvo gran incidencia".
Con lo que respecta a la fumigación contra la tucura que se realizó este año, los especialistas consultados coinciden en que se debería haber realizado en concordancia con lo que proponían los sectores ligados a la producción.
Otra plaga que causó daños el año anterior fue la isoca, por eso en estos momentos se da el nacimiento de las larvas, Lescano recomienda que se le haga un seguimiento junto a especialistas.
"Lo que se recomienda es ver en los girasoles, de las hojas basales hacia el centro y hacia arriba hay que controlar la isoca medidora; para ello hay que concurrir acompañados de un técnico para observar el umbral de daño económico. Se debe hacer un recuento por planta hasta que en la cabeza del girasol se caigan las brácteas (flecos). En el caso de la soja se debe golpear la planta para observar cuántas caen", sintetiza.
