AUTOMOVILISMO. Lo indicó José María Romero después de superar un ACV en Bahía Blanca El último ídolo del deporte local ya está en Olavarría. Pasó la noche con sus hijos Nicolás y Luciano. "Necesitaba afecto, estaba un poco entregado por ese lado", confesó el Chueco.
Javier Torres
Desde el viernes pasado José María Romero, el último ídolo del deporte local, se encuentra en Olavarría luego de recibir el alta médica en el Hospital Interzonal "Dr. José Penna" de Bahía Blanca tras superar un Accidente Cerebro Vascular (ACV) leve cuando viajaba en su camión al Sur de la provincia.
La internación ocurrió en la tarde-noche del martes pasado. Previamente, en Cabildo, se enteró que sufría de hipertensión al concurrir a una sala de primeros auxilios. De inmediato lo trasladaron al nosocomio bahiense para un control exhaustivo que derivó en una internación de casi cuatro días.
En un contacto telefónico con EL POPULAR Medios, el Chueco descartó cualquier tipo de secuela en su cuerpo y resaltó desde la casa de su hermana Marisol, en el barrio CECO, el afecto recibido de parte de la gente en los últimos días.
"Mi descompensación ocurrió en Cabildo después de cumplir con el destino del camión. En la salita me encontraron complicado, entonces me derivaron al Hospital Penna, donde recibí una importante atención. Llegaron estudios, nueva medicación y un control permanente hasta el viernes que recibí el alta", detalló.
Sus hijos Nicolás y Luciano lo acompañaron esa noche en Olavarría, algo que destacó José María. "Necesitaba afecto porque estuve solo todo este tiempo en mi casa; estaba medio entregado por ese lado. Cada día me sorprendo más por los hijos que tengo. Nicolás viajó a buscar el camión con los amigos y quedó entusiasmado. El viernes vino Luciano, los tres pasamos la noche juntos muy felices".
Luego agregó que "estaba alejado de la actividad física, no caminaba ni una cuadra, ni andaba en bicicleta, todo suma. Ahora que pasó el susto empezaré a caminar. No sucedió nada raro. Tal vez se comentan muchas cosas pero la realidad es que estoy bien y de ahora en más deberé cuidar mi salud".
La vuelta al hogar ocurrió con su amigo inseparable Hugo Fayanás y su hijo mayor Nicolás. "Ambos son inquietos y me llevaron a una consulta con el doctor Pezet, quien tiene parte de mi historia clínica más allá de que mi médico de cabecera es Gabriel Michetti, que ahora está de vacaciones.
Lo importante es que me encontró bien, pero de ahora en adelante deberé hacer los deberes: nuevos estudios del corazón, tomar la medicación, vida saludable y ejercicios físicos", enumeró.
El propio Romero aclaró que no sufrió ninguna secuela en la parte derecha de su cuerpo. "No tengo ninguna lesión, ya camino y manejo. Lo tomo como un anuncio por no haber tenido regulada la presión. Estuve todo este tiempo renegando con la parte laboral y me descuidé", confesó.
El ex piloto de Turismo Carretera reconoció que había sido indiferente con su salud, al punto de no cumplir con el tratamiento. "Por cuestión de trabajo, más alguna otra responsabilidad, dejé de tomar los medicamentos como puede ser la pastilla para controlar la presión. Ahora, con la cosecha, pasé mucho tiempo arriba del camión y no es saludable por la alta temperatura. Se sumaron los problemas", dijo.
Romero, aunque reconoció que deberá descansar unos días, piensa en el automovilismo y hasta no descartó estar esta temporada en la Monomarca 1.100 del Sudeste. "Tal vez me suba a un Fiat 128 para distenderme un poco".
Para el cierre el Chueco agradeció el cariño permanente que recibió de la gente de Olavarría. "El cariño que me demostraron es algo impensado, todos me piden que me cuide y que baje un cambio".