FUTBOL. La FIFA le otorgó ayer el premio por segundo año consecutivo
"Prefiero ganar un Mundial a otro Balón de Oro aunque me hace feliz estar aquí junto a mis compañeros" había dicho Messi, ya vestido con traje de gala y moño negro en la previa de la ceremonia en el Palacio de los Congresos de Zurich.
Ya sobre el escenario recibió el trofeo de otro hombre blaugrana, el DT Pep Guardiola. Con 60 goles en toda la temporada 2010, Messi brilló en el Barcelona pero se quedó con las ganas de levantar la Copa del Mundo con la Argentina dirigida por Diego Maradona en Sudáfrica, donde no pudo marcar ningún gol.
Xavi, el estratega del Barcelona, consideró que "los tres lo merecíamos" al tiempo felicitó a Messi por el nuevo galardón y dijo que es un premio a la cantera del Barca.
"Vamos a ver el año que viene, nunca se sabe. Yo voy a seguir trabajando con la misma ilusión. Mi vida no hubiera cambiado si lo hubiese ganado, y tampoco va a cambiar por no ganarlo. No ha podido ser, no pasa nada. El Balón de Oro queda en casa", sostuvo el volante catalán.
Messi agradeció a sus compañeros del Barcelona y dijo que "sin ellos no estaría acá. Quiero compartirlo con mis seres queridos, con todos los barcelonistas y todos los argentinos".
Con su nueva consagración Messi alcanzó a otros grandes de la historia del fútbol, entre ellos los alemanes Franz Beckenbauer y Karl Heinz Rummenigge, el brasileño Ronaldo, Di Stéfano y el inglés Kevin Keegan en ganar dos balones. Quedó a uno de los holandeses Johan Cruyff y Marco Van Basten, y el francés Michel Platini.