FUTBOL

Ferro fue efectivo y se llevó el primero

FUTBOL LOCAL. En el "Enrique De la Quintana", el Carbonero superó 2 a 0 a Atlético Hinojo en el partido de ida de la semifinal Los goles fueron convertidos por Sebastián Alonso a los 6 minutos de la primera etapa y Juan José Longhini a quince del final. Hinojo terminó con nueve por las expulsiones de Pablo Brizzio y Jonathan Galmez, mientras que en la visita vio la roja Ramiro Cosentino.

Martín Biscaichipy

Prensa LFO/ Especial para EL POPULAR

En un partido donde escasearon las situaciones de gol, Ferro Carril Sud supo capitalizar las pocas que tuvo y se llevó el primer partido de una de las semifinales del Torneo Inicial de Primera División.

A lo largo del torneo Atlético Hinojo fue unos de los equipos que mejor juego mostró; una de las claves era el tándem Enzo Ibarra - Alejandro Vedelini. Este último ayer no pudo estar por cuestiones laborales y su equipo lo extrañó.

En los primeros minutos del encuentro se lo vio al albiverde nervioso, impreciso para manejar la pelota; nadie agarraba la manija de la creación o hacia una pausa para hacer jugar al resto. Así la pelota era manejada por los volantes -casi todos con varios minutos en Federal B- de Ferro Carril Sud, quienes se adueñaron del partido.

Sin haber sido profundo el Carbonero llegó al gol en la primera ocasión que tuvo. Tiro libre a la altura del vértice izquierdo del área, Sebastián Alonso le dio con rosca por arriba de la barrera y pese al manotazo de Nicolás Vedelini la pelota se hundió en el fondo del arco.

Con la ventaja a su favor y la experiencia de su mediocampo, Ferro Carril Sud controló los primeros quince minutos a su piacere. Ganaba en todos los sectores, pero no era profundo y todas las insinuaciones se morían en tres cuarto de cancha.

Durante la última media hora de la primera parte se vio un encuentro más parejo porque Hinojo empezó a pelear las divididas y el ingreso de Jonathan Galmez por Román Manteiga -se retiró lesionado- le dio más juego, pero siguió sin poder poner a un jugador en posición de gol.

A fuerza de pelotas paradas, Hinojo logró generar situaciones de riesgo y estuvo cerca del empate en una que Ezequiel Amado le dio de aire y se fue al lado del ángulo. A los cinco minutos del complemento Ferro Carril Sud estuvo cerca de marcar el segundo. Cristian Galván recuperó la pelota en la mitad de cancha y metió un pase entre líneas para Alonso, que exigido le ganó al arquero pero no le dio con la fuerza necesaria y Amado, arrojándose al piso, sacó la pelota de la línea.

Si bien Hinojo dejó otra imagen las ganas le siguieron ganando al fútbol y el Albiverde siguió penando la falta de profundidad; la pelota parada siguió siendo su única herramienta para llegar al área visitante. Cuando los dos equipos estaban con diez por las expulsiones de Pablo Brizzio y Ramiro Cosentino, Daniel Torrisi dispuso que ingresen Hugo Janson y Juan José Longhini, quienes se encargarían de cerrar el partido.

De las tres veces que se conectaron dos encontraron al delantero en posición adelantada y la tercera terminó en gol. Janson la trasladó por el eje de la cancha y metió un pase cruzado para la llegada de Longhini, quien definió arriba ante la salida del arquero.

En los últimos quince, que se consumieron sin situaciones de riesgo, prevaleció la protesta y la fricción. Con poco juego se fue el primer chico de la serie; donde Hinojo, por ausencias, tuvo que mutar su forma de jugar y no se sintió cómodo. Ferro Carril Sud sacó ventaja, pero la historia reciente le marca que no es definitiva.

Bochorno. Durante los últimos quince minutos de juego adentro del campo de juego no pasó nada y casi insólitamente el partido se "picó" en los bancos. La gente gritaba, el técnico visitante contestaba, el local se lo reprochaba y así el ambiente se fue calentado. Hasta ahí algo "normal" para lo que es un partido de fútbol.

Pero una vez culminado el encuentro, hubo un cambio de palabras entre el técnico local y el ayudante de campo visitante, que terminó con este último dándole un golpe de puño. Gracias al accionar policial y de las personas coherentes que los rodeaban la cosa no pasó a mayores.

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