Informe especial
El 65 por ciento de los jugadores de los distintos seleccionados del Mundial militan en clubes fuera de los países que representan.
Foto: acn.com.ve
El ejemplo más reconocido es Lionel Messi, argentino que juega en el Barcelona y es figura del seleccionado argentino, y hay casos como el del brasileño Diego Costa, quien vive en España y juega en ese representativo europeo, o como Miroslav Klose, nacido en Polonia, residente en Italia y jugador de Alemania.
Un análisis del estadounidense Centro de Investigaciones Pew reveló que 476 (el 65 por ciento) de los 736 jugadores que están en Brasil como parte de sus equipos nacionales pasan el resto del año jugando por clubes fuera de los países que representan.
En el caso de Bosnia y Herzegovina, Ghana, Costa de Marfil y Uruguay, solamente un jugador en cada uno de los equipos de 23 hombres actúa en los países que representa, destacó Christian Eigen-Zucchi, economista del BM.
Por su parte, el portal de noticias de negocios Quartz, publicó que 78 jugadores nacieron fuera de los países que están representando en Brasil.
La nota detalló que el equipo nacional argelino tiene 15 jugadores nacidos en Francia y el suizo tiene 6 jugadores que nacieron fuera del país, donde los recientes resultados electorales "se han dirigido claramente en contra de la inmigración", enfatizó el economista.
La Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) estipula en el artículo 7 de sus estatutos que los jugadores pueden asumir nuevas nacionalidades y ser elegibles para jugar si no han jugado por otro equipo nacional.
También, si el jugador, o su madre o padre biológico, o su abuela o abuelo, nació en el territorio de la Asociación pertinente, o si el futbolista ha vivido continuamente, por lo menos cinco años después de alcanzar la edad de 18, en el el país en el que jugará para su selección.
"Cualquiera sea el criterio, lo más probable es que estos jugadores están emigrando por elección, así como también de manera segura y legal, realizando de esta manera sus sueños. Pew los llama `migrantes laborales de élite`", resaltó Eigen-Zucchi.