Grupo F
El seleccionado enfrentará este sábado al débil Irán en su segundo juego de la cita mundial. Para esta presentación, Alejandro Sabella reflotó el 4-3-3 que le dio rédito en las Eliminatorias.
Por un lugar en los octavos de final y por darle de una vez el brillo que se espera de sus jugadores, el seleccionado argentino de fútbol enfrentará este sábado al débil Irán en su segundo juego en la Copa del Mundo Brasil 2014.
En esa búsqueda, el entrenador Alejandro Sabella guardó, al menos por ahora, el sistema conservador que aburrió en el debut ante Bosnia-Herzegovina y reflotó el 4-3-3 que le dio rédito en las Eliminatorias y, por si faltara más, le pidió Lionel Messi no bien terminó el partido en el Maracaná.
Argentina jugará a las 13 en el remozado estadio Mineirao de Belo Horizonte, la ciudad que Sabella eligió para hacer base en todo el Mundial y donde hace casi cinco años consiguió su máximo lauro como entrenador al ganar la Libertadores con Estudiantes de La Plata al Cruzeiro.
El árbitro serbio Milorad Mazic estará a cargo de controlar las acciones, en su segundo partido mundialista en Brasil, tras su debut en la goleada de Alemania sobre Portugal.
Sabella pondrá la carne en el asador con el equipo más explosivo que puede presentar, con el temible triunvirato de ataque que integran Messi, Gonzalo Higuaín y Sergio Agüero, y con el aporte desde el medio del veloz Angel Di María.
Fernando Gago e Higuaín ingresarán desde el vamos en lugar de Maxi Rodríguez y Hugo Campagnaro, al cambiar Sabella el esquema, aportándole la cuota de audacia necesaria a un lote envidiable de atacantes.
Enfrente tendrá a un equipo que tiene como máximo anhelo llegar a los octavos de final por primera vez en un Mundial. Por ahora sumó un abúlico empate sin goles ante Nigeria. En el banco tiene a un trotamundos, el portugués Carlos Queiroz, ex ayudante de campo del escocés Alex Ferguson en los exitosos tiempos de Manchester United.
Como todos los que vienen de punto a un Mundial, se aferran a la posibilidad del milagro, aunque Irán no tiene mucho para asirse de tal quimera. Jugará con un sistema ultra defensivo y apostando a una contra veloz. Se espera una línea de cinco y otra de cuatro al momento de defender, por lo cual los delanteros y medios argentinos deberán buscar la grietas para hallar al menos el primer gol.
Por lo pronto, tras el insípido comienzo de Argentina, más allá de la valiosa como ajustada victoria sobre Bosnia, Sabella tomó nota del pedido de Messi, en favor de él, del equipo y del fútbol.