EL POPULAR en Brasil
El equipo de José Néstor Pekerman celebró con una goleada 3-0 sobre Grecia su retorno a la máxima cita futbolera después de 16 años.
Foto: Canchallena
BELO HORIZONTE / Daniel Lovano,
enviado especial de EL POPULAR Medios
Mucho tiempo había pasado desde aquel gol de Leider Preciado y el triunfo 1-0 sobre Túnez que despidió a Colombia de una gris Copa del Mundo en Francia 1998. La ansiedad sobrevolaba en la atmósfera del Mineirao, pero rápidamente todo se diluyó.
Colombia rompió el estrés del retorno con una de sus fórmulas predilectas, el juego por afuera. Así abrió el partido y así lo liquidó en el segundo tiempo cuando, sobre todo después del tercer gol, el partido se pareció bastante a lo que se sospechaba desde un principio.
No es extraño, en un equipo que tiene dos de los mejores tándems del mundo por los costados, Zúñiga y Cuadrado por la derecha, y James y Armero del otro lado.
En menos de lo que canta un gallo, Cuadrado volvió loco a su marca en la derecha, metió el pase al medio, el pibe que la rompió en Banfield se abrió de piernas y la definición de Armero ajustada contra el palo derecho; más un par de arranques de Teo que llamaron a pensar en otra cosa. En todo caso en una resolución rápida.
Porque Colombia se olvidó de la presión, resignó la pelota, se estiró demasiado en la cancha y permitió crecer a una selección muy rústica, que salvo su líbero (Manolas), Samaras y algo de jugador del Bologna, Koné, parece poco más de un equipo de Nacional plantado en el gran escenario del fútbol mundial.
No sufrió demasiado, más allá de un manotazo de Ospina, y cuando se decidió lo liquidó. Córner lanzado por James desde la derecha, anticipo de Aguilar en el primer palo y el gol se encontró con Teo en la boca del arco.
Algo pudo haber cambiado de ajustar mejor la puntería Gekas, en ese cabezazo casi abajo de travesaño que respondió el caño; o no, porque hay tanta diferencia individual y colectiva como la que expresó el resultado final, el golazo de James después de una bellísima jugada colectiva que redondeó un retorno casi ideal de Colombia a la Copa del Mundo. Aquí está Colombia, aquí está Pekerman.