EL POPULAR en Brasil La anunciada conferencia de prensa en la concentración argentina dio lugar a escenas de nerviosismo ante el impedimento para ingresar a un número importante de periodistas acreditados, entre ellos varios referentes de la prensa argentina.
BH / Daniel Lovano, enviado especial de El Popular Medios
Un trámite sencillo, rutinario, vulgar, casi administrativo, disparó momentos de nerviosismo ayer al mediodía en el portón de ingreso al predio de "Cidade do Galo", propiedad del Atlético Mineiro, donde se encuentra concentrado el plantel argentino a la espera de su debut en la Copa del Mundo Brasil 2014.
De acuerdo con el organigrama entregado a los medios por la oficina de prensa de la AFA, para ayer estaban previstos quince minutos de entrenamiento abierto para la prensa acreditada a las 10 de la mañana, y desde las 12 una conferencia de prensa a cargo de Ezequiel Garay y Lucas Biglia.
Pero, a las 11.45, cuando llegó al lugar el equipo que integran los enviados especiales de EL POPULAR Medios, el periodista Néstor Clivati de La Opinión de Rafaela y Enrique Cruz de El Litoral de Santa Fe se encontró (como muchos) con una sorpresa: "No puede entrar nadie".
Afuera quedaron referentes y nombres de las principales señales deportivas de la Argentina: Daniel Arcucci y Marcelo Sottile, periodistas gráficos que comparten cartel en FOX Sports, Víctor Tjschinaider, quien conduce un programa dedicado al Mundial en TyC Sports; enviados de FOX Sports Brasil; La República, La Gazetta dello Sport y Tuttosport de Italia; la cadena COPE de España, y la TV japonesa entre otros.
La sorpresa dio lugar a la indignación cuando desde adentro apareció una señorita rubia para anunciar "que entren Arcucci y Sottile". Ambos tuvieron un gesto que los enaltece: "Acá entramos todos o ninguno" respondieron.
Después de muchos minutos llegó al sector Andrés "Coco" Ventura, encargado de prensa de las selecciones argentinas, pero la reacción de algunos periodistas estuvo al nivel de la calidad organizativa de este episodio. Gritos, demandas, Ventura fue increpado, en una especie de Babel donde nadie entendía, y algunos parecían no querer entender a nadie.
Hasta que llegó el encargado de seguridad del sector. Ventura, tras jurar y perjurar que en ningún momento había partido desde adentro la orden de impedir el acceso de la prensa acreditada para la Copa del Mundo. "Jamás haría algo de eso con ustedes; nunca dimos esa orden" dijo.
Entonces le preguntó al encargado del operativo desde dónde había partido la orden y éste respondió "del jefe de seguridad de la selección argentina".
"Imposible, tenemos sólo una persona responsable del área y se fue esta madrugada para Brasil" enfatizó Ventura.
Lo cierto es que muchos se quedaron las ganas de escuchar a Biglia y Garay, pero se ganaron unos minutos riquísimos, con personajes y testimonios que en las próximos días serán volcados en las páginas de EL POPULAR Medios y en la pantalla de Canal Local.
Maltratados, mojados y asustados
La AFA pidió disculpas a los periodistas.
EL POPULAR
Los periodistas tuvieron acción ayer en el predio donde el seleccionado argentino tiene su búnker en las afueras de Belo Horizonte.
Los que la pasaron peor fueron una treintena de cronistas y fotógrafos a los que policías que controlan el ingreso al predio no los dejaron pasar para las conferencias de los jugadores argentinos, pese a tener todos ellos sus correspondientes credenciales, por lo cual hubo empujones e insultos.
Cuando se enteró el portavoz del seleccionado, Andrés Ventura, fue hasta la puerta a respaldar a los periodistas. La AFA luego pidió disculpas en su página web y atribuyó a un "mal entendido" por una "interpretación errónea" de los custodios del predio que "no hablan otro idioma que no fuera el portugués".
Otros periodistas terminaron mojados, porque cuando se habían instalado en las pequeñas y coquetas tribunas de la cancha 1 del predio, donde el seleccionado iba a entrenar, alguien abrió los grifos del sistema de riego y arrastró a decenas de cronistas y fotógrafos.
Otro grupo de periodistas que se dirigía a Jardim da Gloria, el bello paraje de tierras coloradas donde se levanta Cidade do Galo, se pegó un buen susto cuando vio a un pequeño avión en plena maniobra de aterrizaje apuntando al auto en el que se movilizaban.
"Y este?, se alarmó el que manejaba. Pasó unos veinte metros arriba. Del otro lado de la pista, está el aeropuerto Carlos Drummond, conocido también como Pampulha , el nombre del barrio donde está, y cuya pista casi que comienza en la ruta por la que se dirigían los periodistas.
Si en la Argentina se debate si sirve o no que los chicos de escuelas primarias tengan feriado para ver los partidos de Argentina de Mundial o que lo vean en clases, en Brasil no hubo siquiera debate. Ayer, en el día de la inauguración y el debut de la verdeamarelha las escuelas estuvieron cerradas.