Rumbo a Brasil 2014
La Argentina venía de quedar afuera de México 70, y no se podía permitir el lujo de ausentarse en otro Mundial. Para Alemania 74 se extremaron las precauciones, y antes de jugar en la siempre temible altura de La Paz los dirigentes tuvieron una idea original, atravesada por el desastre organizativo de aquel tiempo.
La AFA estaba entre al espada y la pared: venía del papelón insuperable que significó la ausencia de México 70 y transitaba a mitad de camino de ser anfitriona del Mundial 78, y entre ambos extremos era inadmisible volver a faltar en una Copa del Mundo.
La zona en las eliminatorias para Alemania 74 era igual de riesgosa que la de cuatro años atrás, con los siempre duros paraguayos en lugar de Perú y se repetía Bolivia, con la sugestión incluida por jugar en la temible altura de La Paz.
Cuatro años antes, la derrota 1-3 había asestado una herida mortal al sueño de estar en México. No podía volver a pasar. El entrenador de aquel entonces (el fabulos Enrique Omar Sívori), dispuso la formación de equipo alternativo para llevar adelante un proceso de aclimación a los más de 3.600 metros de altura de la capital bioliviana, con Miguel Ingnomiriello como entrenador.
Había apellidos que hoy tiene la categoría de próceres del fútbol nacional, como Enrique Bochini, Mario Kempes, el Pato Fillol, Aldo Pedro Poy, Marcelo Trobbiani. Se hizo centro en la ciudad peruana de Cuzco. El plantel pasó por Tilcara, Mina Aguilar, La Quiaca, Oruro y a una semana del partido se concentró en La Paz.
Pero, la AFA de aquel tiempo no era de la hoy en muchos aspectos. Nsólitamente. Intervenida por Baldomero Gigán, dejó a la delegación a la buena de Dios en pleno período de adaptación a la altura, sin recursos y sinb logística. Entonces debió jugar partidos amistosos para generar el dinero suficiente que permitiera la subsistencia en el techo del mundo.
Uno de los más grandes jugadores de todos los tiempo, un ilustre desconocido que por aquel tiempo jugaba en Instituto de Córdoba, con el peso que hoy la celebridad le dan a sus palabras, no hace mucho contó: "La AFA se olvidó de nosotros y la pasamos mal en serio. Estábamos en un hotel de mala muerte y no había ni para comer. Teníamos programados dos amistosos y al final hicimos siete a cambio de dinero. Así comprábamos las cosas en un supermercado y alguno hacían de comer. Volví con 8 o 9 kilos menos".
Dos jugadores clave en aquel partido, que la Argentina terminó ganando 1-0, fueron el sanjuanino Fornari y el rosarino Poy. "Las ganas de jugar y el estar en la Selección tapaban todo, y para eso uno sacrifica todo" subrayó Fornari. "Era jugar para Argentina, por eso estuve siempre muy contento. Incluso nos divertimos con las cosas que nos faltaban y lo tomamos medio en broma", reveló Poy.
Los problemas estuvieron casi hasta el momento del entrar a la cancha. La noche previa al partido arribaron a La Paz el entrenador Enrique Omar Sívori y los jugadores Miguel Brindisi, Enrique Wolff, Daniel Carnevali, Hugo Bargas, Roberto Telch y "El ratón" Rubén Ayala. Estos últimos cuatro fueron parte del elenco titular, y uno de los más afectados fue otro prócer, el Pato Fillol.
Sivorí puso en cancha a Daniel Carnevali; Rubén Glaría, Hugo Bargas, Daniel Tagliani, Osvaldo Cortés; Roberto Telch, Rubén Galván, Aldo Poy; Oscar Fornari, Rubén Ayala y Mario Kempes. En el complemento ingresaron y debutaron dos jugadores a los que les esperaba la gloria máxima 13 años más tarde, Ricardo Bochini y Marcelo Trobbiani.
"Fue un partido complicado porque ellos era muy fuertes y metían mucho. Nos pegaron muchísimo y por momentos nos pelotearon", sostuvo el sanjuanino Fornari, autor de la palomina más celebre en la historia de la selección argentina.
A poco de comenzar el encuentro, Kempes tuvo su oportunidad, pero la desperdició. Luego tuvo una chance Bolivia tras un error del defensor Bargas, al darle un pase atrás a Carnevali, que el arquero no alcanzó. Pero a los 18 minutos del primer tiempo, el "Hueso" Glaría le dio un pase a Poy, quien la jugó rápido por la izquierda para Ayala, y el "Ratón" mandó un centro al área.
"Yo había salido porque estaba sangrando de la nariz, me habían dado un codazo. Cuando entré, llegué al área, vino el centro del ''Ratón'' Ayala y me tiré de palomita". Fornari contó décadas después que esa palomita encarriló la clasificación argentina hacia Alemania 74, sino que el gol más importante de su carrera. El que jamás pudo ver.