Argentino A
Hasta los 30'' del segundo tiempo jugó un gran partido. Manejó la pelota, fue ofensivo, generó casi una decena de ocasiones, pero fallo atrás y Brown lo facturó con un inverosímil 3-0.
PUERTO MADRYN - Daniel Lovano / enviado especial de elpopular.com.ar
Fotos: gentileza diario Jornada
El resultado atenta contra la verosimilitud de cualquier comentario que trate de explicar lo sucedido este domingo en Madryn. La primera impresión surgida en la soledad de la cabina parecía demasiado subjetiva, con riesgo de ser catalogada como absurda.
Pero después, cuando se fueron sumando las voces y los análisis a la espera de la palabra de los protagonistas, el juicio fue unánime: Racing elaboró hasta la media hora del segundo tiempo uno de sus mejores rendimientos como visitante en la categoría; manejó la pelota con fluidez, fue vertical, provocó más de media docena de ocasiones claras de gol, pero se equivocó feo y lo pagó demasiado caro.
Es cierto que, a tono con el deplorable momento del arbitraje argentino, eso que produce vergüenza ajena al ver pitar a Loustau en el Nacional de Lima o a Merlos en la cancha de Argentinos Juniors, tuvo una réplica al borde del Golfo Nuevo. Cuando le permitió a Brown abrir un partido que lo tenía acorralado contra su área y sin salida.
Después, con el empate a tiro se confió Cristian Draghi en una pelota contra la raya; Zampedri alcanzó a pellizcarla. Mocoroa tapó el error, pero dejó rebote y Garino la empujó. En el mismo lugar y la misma circustancia donde Alfonso no pudo abrir el marcador en el primer tiempo, cuando Racing era amo y señor del partido.
Las primeras imágenes del aquella tarde frente a Alvarado reaparecieron en el inicio de la pesada y ventosa tarde de Madryn. La mayor cantidad de gente en la mitad de la cancha le permitió a Brown establecer una superioridad que se tradujo en dominio territorial. Todo por la izquierda: las trepadas de Moreno, en sociedad con Giménez y Scheffer revivían los peores temores de una semana antes, cuando Alvarado estuvo un rato largo dentro del áera de Racing.
Pero se prolongó por menos de un cuarto de hora, lapso en el que Brown sólo logró inquietar con un cabezazo forzado Nasta. De a poco, casi de modo imperceptible, Racing se fue acomodando en la cancha. Bajó unos metros Ibáñez, equiparó Bruzzone el uno contra uno con Scheffer, se acomodó Alfonso, apareció el empuje de Janson desde el fondo, y la media hora final fue un cómodo dominio de Racing.
Situaciones no faltaron: Ibáñez metió un córner desde la derecha y Erramuspe cabeceó alto dentro de área chica; mismo lanzamiento, y de milagro no terminó en gol de Dituro en propia puerta; en la más lúcida jugada colectiva, la llevaron por abajo y en la izquierda, y nunca le quedó el perfil adecuado, primero para Vitale y después para Ramírez.
La más clara fue doble: Ibáñez metió en la derecha un enganche, enrojeció las manos de Dituro, Alfonso llegó el rebote y desde ángulo muy cerrado no pudo superar el achique el "uno". Murúa leyó los malos mensajes que dejó ese primer tiempo, y quemó dos cambios. Pero nada cambiaba: Ramírez se metió entre dos y piso pelota cuando estaba para definirt con el arquero; clara contra en la izqueirda encabezada por Ibañez y resolución mordida de arquero; centro al segundo palo de Janson y cabezazo de Bruzzone cerca de un ángulo.
La manzana se movía en un árbol y terminó cayendo en el otro. Brown sacó una pelota larga, los centrales de Racing lo terminaron de sacarla y Espinosa -desde lejos- vio penal de Buongiorno a Zampedri que levantó cómplices sonrisas en la platea del "Raúl Conti". Toque de derecha, esquinado, a la derecha que superó la estirada de Mocoroa.
Enseguida tuvo el empate Racing: otra genialidad de Ramírez (taco de espaldas al arco), dejó a Ibáñez con el arquero, pero el Guante resolvió sobre el travesaño. Dabove se jugó con los cambios, y los resultados no fueron los deseados. Al contrario, Racing perdió orden y prolijidad y quedó a merced del contragolpe y de sus propios errores.
Fallo primero Alfonso, después Janson (dos de lo mejores) y Buongiorno llegó justo para evitar el gol de Troncoso; Mocoroa arañó en el primer palo un zurdazo de Zampedri. Racing iba, no era el mismo, pero creía. Hasta que Draghi se confió a espaldas de Janson, Zampedri le robó la pelota y el pibe Garino le dio el tiro de gracia a un equipo que llevó todas las balas en el cargador y no las supo usar.
Esta es la síntesis del partido:
Guillermo Brown de Puerto Madryn: Matías Dituro; Franco Flores (ST 15m Federico Velázquez), Massena, Nicolás Ballestero, Alan Moreno; Marcelo Ricci, Walter Aciar (ST Brian Garino), Fabio Giménez, Juan Pablo Scheffer; Bruno Nasta (ST Sandro Troncoso) y FERNANDO ZAMPEDRI. DT: Luis Murúa
Racing A. Club: Martín Mocoroa; Esteban Erramuspe, Cristian Draghi, Mathias Buongiorno, Franco Janson; Mauricio Bruzzone (ST 24m. Lorenzo Ferrara), Facundo Alfonso, Leo Vitale (ST 34m. Matías Ordozgoiti); Julio Ibáñez y Nicolás Ramírez; Alan Almirón (ST 19m. Maureen Franco). DT: Diego Dabove
Goles en el segundo tiempo: 7m. yv 33m. Fernando Zampedri (GB); 31m. Brian Garino (GB) Amonestados: Scheffer, Dituro, Ricci (GB) Ibáñez, Buongiorno, Alfonso (RAC)
Incidencias: Arbitro: Fernando Espinosa (5), de Mendoza Estadio: "Raúl Conti", de Puerto Madryn
LA FIGURA Fernando Zampedri: una tarde que dejó muchos rendimientos importantes por el lado de Racing (Buongiorno, Janson, Alfonso, Ramírez, el primer tiempo de Almirón), dejó en lo más alto al ex Sportivo Belgrano por su peso en el resultado. Hizo dos goles y elaboró el restante.