El primer rival de Ferro pertenece a la colectividad judía y tiene particularidades que lo hacen distinto a todos los demás equipos. Profesional dentro del amateurismo, sólo acepta jugadores formados en sus divisiones menores.
Náutico Hacoaj (fortaleza, en hebreo) es un club especial, con algunas cláusulas tan extemporáneas como elolgiables: los futbolistas no cobran, pero han asumido un compromiso casi profesional, y el entrenador por una disposición del club tiene prohibido sumar a su primera división jugadores que no hayan surgido de las divisiones inferiores.
Pero también, pese a se una institución de raíces judía, es abierto y ningún miembro de la comunidad por su sola condición puede ocupar el lugar de un chico formado en las categorías menores.
Todos tienen una ocupación paralela al fútbol, hasta su entrenador Jorge Cembal (quien produjo el cambio de paradigma en el fútbol del club), que además tiene una empresa de viajes.
"El club es espectacular; que no apuntaba al fútbol de AFA. Cuando llegué yo hace seis años empezó a variar esta filosofía y de a poquito, paso a paso, hemos ido logrando cambios" contó el DT el entrenador del primer rival de Ferro en el Argentino "B" 13/14.
"Nosotros entrenamos de noche y cada uno tiene su trabajo. Esto se inició con un espíritu totalmente amateur y de a poco fuimos progresando. Tenemos buenos jugadores y estamos a la altura del campeonato que vamos a jugar" afirmó.
"Tratamos de ser profesionales dentro de amateurismo. No somos un equipo amateur, para nada; lo único que tenemos de amateur es que no cobramos sueldos. Después nos entrenamos como profesionales, las reglas son profesionales; hacemos concentraciones; controles médicos y de salubridad; tenemos horarios de entrenamientos y el que llega un minuto tarde se va a la casa" advirtió Cembal, ex jugador de River y Atlanta.
Hacoaj está ubicado en Tigre, con importante tradición basquetbolística, múltiple campeón de la Liga de Fútbol Escobar, con instalaciones modelo. En lo que refiere al fútbol, posee seis canchas, la concentración (donde hospedó a Atlanta) y este año mejoró su estadio, que llevó a una capacidad para 1.000 personas. "Generalmente se llena" comentó Cembal.
En los amistosos esa diferencia entre lo vocacional y lo profesional no se ha notado. "Estoy sorprendido. Hicimos el sábado un partido con General Rojo de San Nicolás; jugamos con Everton de La Plata, Belgrano de Zárate y Agropecuario, y salieron de ida y vuelta. No es que tenemos enfrente equipos de la A y nos bailan" comentó.
Para el público de Olavarría y la región, los jugadores son desconocidos, que no es lo mismo que improvisados. Llegaron Andrés Faes (Atlas), Luis Aiger (regresó de Argentino de Merlo), el arquero Lucas Pan (Dock Sud y Excursionistas); los volantes Francisco Hermosilla (es Juventud Antoniana) y Tomás Laniado (River); y los delanteros Martín Malliar (Juventud Unida), Adrián Soonyczny (Argentino de Merlo) y Scardino (Reserva de Boca, Quilmes, Ferro e Ituzaingó).
"Son jugadores que tienen condiciones, pero que no han tenido oportunidades, cuando sus potencialidades daban para llegar a cosas mejores" destacó Cembal, que definió a Náutico como un equipo "con un esquema claro de 4-4-2, elástico según las alternativas que vaya proponiendo el partido. Si se puede jugar vamos a jugar, si la tenemos que sacar larga, lo vamos a hacer".
Como todo equipo nuevo en una división, las expectativas son moderadas. "Nosotros, en primer término, tenemos la ambición de mantener la categoría, pero después la decantación de los puntos va a decir para qué estamos" cerró Cembal.