Diseñado y producido localmente El Vigela es un videolaringoscopio que permite realizar intubaciones de manera segura tanto para el operador como para el paciente. Las autoridades rescataron la importancia del prototipo.
Además del médico cardiólogo el equipo está integrado por la ingeniera Laura Antía, el analista informático Lucas Olhasso y el diseñador Enrique Somoza.
Vigela (Videolaringoscopio General La Madrid) permite una menor exposición para el profesional a la hora de realizar la intubación en los pacientes Covid-19 positivos. Esto posibilita que el médico tome cierta distancia de la vía aérea del paciente, debido a que puede realizar la intubación mirando una pantalla (celular o tablet).
El dispositivo se presenta en tres tamaños, con una aplicación móvil desarrollada especialmente para el funcionamiento de la cámara en tablet o teléfono android. Además, presenta la particularidad de un diseño ergonómico desarrollado exclusivamente para profesionales con habilidades de las extremidades del lado izquierdo (zurdos), para una mejor manipulación.
Hay equipo
"Este dispositivo está relacionado con la medicina pero también con el florecer y la construcción de la comunidad", valoró el intendente Martín Randazzo quien además consideró que "la combinación del saber con la escucha y la generación de puentes entre las personas es emocionante. Cuando el mundo se está cayendo a pedazos desde el punto de vista sanitario y económico, un grupo de lamatritenses se unió porque vale la pena generar cosas positivas".
Señaló además que el Vigela "es un producto interesantísimo" desde lo sanitario pero "es un puntapié para el desarrollo productivo innovador".
Por su parte el creador del dispositivo, el Doctor Javier Rojo contó que el proyecto nació "cuando tuvimos conciencia que la pandemia iba a llegar y las proyecciones no eran buenas porque se estimaba que muchos pacientes iban a necesitar camas de cuidados intensivos y un respirador artificial".
El especialista explicó que para intubar a un paciente se debe colocar un tubito en la tráquea a través de la boca y que esa maniobra "es compleja y peligrosa", y que "no todos los médicos la pueden hacer porque es muy específica".
Por eso el videolaringoscopio es un instrumento que permite colocar el tubo a través de la vía oral con la ayuda de una cámara de video y le permite ver al operador la acción.
A partir del contacto con el intendente y un grupo de profesionales lamatritenses, Rojo logró desarrollar el aparato que es una especia de cuña con una vía para la introducción de la cámara y el tubo con el que finalmente se puede conectar el paciente al respirador artificial.
Laura Antía explicó que el modelo se desarrolló a partir de un modelo preexistente pero que se modificó a fin de lograr un mayor distanciamiento entre el operario y el paciente, cuenta con un "riel" por donde se introduce el tubo para la intubación y la cámara.
"Es una tecnología de bajo costo, que cumple los objetivos planteados y que utiliza materiales biodegradables", subrayó la ingeniera.
"Cuando Javier (Rojo) se acercó y nos hizo la propuesta nos motivó. Fue un gran desafío porque lo pudimos lograr desde nuestras posibilidades, y nos pone felices poder trabajar en conjunto por la salud", indicó Antía.
Enrique Somoza, especialista en impresión 3D, detalló que la impresión del modelo demanda tres horas pero el proceso creativo lleva mucho más tiempo. "Fue una experiencia muy buena", resumió.
Por su parte el secretario de Desarrollo de La Madrid, Alejandro Horn sostuvo que el VIGELA "además de poder utilizarse en estos momentos de emergencia se puede pensar en un desarrollo industrial posterior". "Es un proyecto muy ambicioso y sería muy gratificante que a partir de un trabajo grupal pueda seguirse un camino de productividad y que lo puedan tener otros centros de salud", valoró.
En tanto que el director del Hospital, Domingo Cárceles, remarcó que "es una alegría poder contar con estos profesionales en nuestra ciudad porque a partir de una inquietud y gracias a un equipo se pudo llevar adelante. El videolaringoscopio es de mucha utilidad para nosotros y para otras ciudades porque no hay aparatos iguales".
"Es un avance científico importantísimo", agregó y reiteró que entre los beneficios permite reducir los riesgos de contagio de los operadores, que además lo puedan realizar personas sin mucha experiencia y por sobre todo minimiza los daños que se podrían hacer en el paciente en el momento de la intubación porque el médico tiene una visión para llegar hasta la tráquea.
Jugador de toda la cancha
"Con este dispositivo no necesitamos estar agachados y tan cerca de la boca de la persona pues estamos mirando el procedimiento a través de un monitor e incluso en un teléfono", subrayó el Doctor Javier Rojo y comentó que otro de los beneficios de la videolaringoscopia se hace con el tubito premontado "y hace que el procedimiento sea más fácil de realizar, en comparación con la manera tradicional", señaló.
"El videolaringoscopio que desarrollamos nos da distinta versatilidad para lograr la intubación e incluso pensamos en los zurdos porque los laringoscopios tradicionales están pensados únicamente para los derechos", sumó el médico.
Otra ventaja es que como monitor se puede utilizar cualquier común y se puede grabar el procedimiento para tener registro posterior.
Las pruebas se realizaron en la clínica de simulación de la Federación Médica de la provincia de Buenos Aires (Femeba) en la ciudad de La Plata. "Que nos permitió hacer la práctica en maniquíes sin que corra riesgo ningún paciente", comentó Rojo a la vez que detalló que ya se comenzó el proceso de validación por parte de las autoridades nacionales como y confió que "se van a acortar el camino" del patentamiento del prototipo por parte de la ANMAT.
El Vigela que se desarrolló en La Madrid cuenta, entre otras prestaciones, con la posibilidad de que sea usado con comodidad por especialistas diestros o zurdos. Tiene tres tamaños de curva ergonómica para pacientes que presenten complejidades en la tráquea. Además, por su simplicidad en el manejo, permitirá que los profesionales sin mucha experiencia puedan manipularlo y realizar con éxito la intubación.
La técnica convencional de intubación es muy engorrosa y que requiere de mucha práctica. Con el videolaringoscopio el operador simplifica el mecanismo y se hace de manera más segura porque se apoya en una imagen de video para observar la glotis, donde están las cuerdas vocales.
El dispositivo reduce los riesgos de infección del médico con los aerosoles que despide el paciente mientras se intuba.
Por otra parte tiene un costo muy bajo si se lo compara con los industriales que supera los 2500 dólares. Según estimaron los creadores el valor es una décima parte.
La materia de impresión es PLA, de origen vegetal y biodegradable, muy fácil de conseguir y es de un costo económico ya que se utiliza para las impresiones 3D.
"Estamos muy contentos, las pruebas que hicimos fueron muy buenas y recibimos críticas muy buenas. Lo he probado yo y otros profesionales", cerró Javier Rojo.