FUTBOL. La Argentina venció a Nigeria y defendió el título olímpico
De esta manera, la Argentina lleva a doce los partidos ganados en forma consecutiva en los Juegos Olímpicos, pudo defender con cierta tranquilidad la medalla de oro obtenida en Atenas 2004 y se vengó de Nigeria, por lo ocurrido en Atlanta `96. El equipo de Sergio Batista no jugó bien en la final olímpica, pero le alcanzó con destellos de la categoría de sus jugadores para vencer a los laboriosos nigerianos, que corrieron, metieron, por momentos hasta los superaron pero no tuvieron el fútbol necesario, como el que tuvo el de Atlanta `96 como para poder superar a los de celeste y blanco.
Mucho calor en Beijing. La temperatura cuando comenzaron a jugar la Argentina y Nigeria llegaba a los 32 grados. La sensación térmica seguramente era largamente superior. Pese a eso el partido arrancó frío, helado, sin contagiarse del clima exterior. Claro, que no había ambiente de final, porque el estadio se mostró en casi todo el partido en silencio y sólo se escuchó durante los 90 minutos las trompetas y los bombos de un grupo de unos cien nigerianos que hicieron sonar su música sin parar.
LA Argentina por momentos insinuó general peligro con Lionel Messi por la derecha y Sergio Agüero por el medio, pero ninguno de los dos estuvo en un buen mediodía chino. Y si Messi juega lo hizo en los primeros 30 minutos del primer tiempo todo pasa a ser mucho más complicado, porque si la estrella del Barcelona está más preocupado por su pelo que por la pelota la historia del seleccionado argentino será difícil de hacer grande.
Ante ese panorama los nigerianos se empezaron a animar, con Victor Obinna manejando los hilos, sin hacer demasiado arrinconó por momentos a los argentinos contra su arco, pero no tuvo profundidad y terminó generando peligro únicamente con remates de larga distancia, que el arquero Sergio Romero se encargó de evitar. A los 30 minutos del primer tiempo el árbitro húngaro paró el partido para que los jugadores se refrescaran y después de eso el seleccionado pareció por momentos arrastrarse por la cancha, porque sólo Angel Di María tenía cambio de ritmo. Los demás, bien gracias.
Sólo el arquero y los defensores mostraron algo, pero cerca del final del primer tiempo les costó parar los embates de los nigerianos, quienes se dieron cuenta que enfrente tenían un rival que lo único que quería era irse al descanso. Lo positivo para la Argentina del primer tiempo fue que intentó, quiso jugar por abajo, pero no tuvo reacción. Las piernas no acompañaron a la mente y por eso todo se hizo cuesta arriba.
En el arranque del segundo tiempo el panorama no cambió, porque la Argentina siguió jugando mal, siendo muy lenta, y los africanos salieron con más decisión, pero tropezaron con su torpeza. A diferencia de los otros cinco partidos de estos Juegos Olímpicos, en el segundo tiempo el seleccionado argentino se paró para jugar de contra, justo en el primer encuentro en el que arriba se notaba claramente que iba a tener los espacios que le faltaron antes.
Pero el cansancio, el calor, los obligó a retrasarse y así salir rápido de contra. De esa manera llegó la apertura del marcador, con un Javier Mascherano cortando una pelota cerca del área argentina, se la pasó a Messi, quien habilitó a Di María, el mejor del equipo, para que el ex Rosario Central quedara mano a mano con el arquero y definiera de manera exquisita, picando la pelota y saliendo a festejar antes que el balón traspusiera la línea del arco.
A partir de ese momento el equipo de Batista se tranquilizó, pero le faltó fuerza para poder definir enseguida la historia y por eso tuvo que sufrir hasta el final, porque los africanos tuvo algunas chances para empatar, pero ninguna mano a mano con el arquero, pero su "barullo" complicó a la Argentina.
Para cuidar el resultado Batista sacó a Agüero y mandó a la cancha a José Sosa, pasando Messi y Riquelme a ser los delanteros del equipo, pero no dio resultados porque la Argentina no llegó más, pero mucho no se preocupó porque con el 1 a 0 le alcanzó para quedarse nuevamente con la medalla de oro y toda la gloria.