Un remisero lamatritense juntó productos navideños y antes de Navidad entregó las bolsas a familias de La Madrid. La solidaridad en su máxima expresión.
Faltan unas horas para la Noche Buena y Enzo, en su el auto que utiliza como remís, recorre la ciudad entregando los regalos, que son recibidos con sorpresa y alegría.
"Es una forma de devolver a la gente lo que te da. Durante una semana cambié un viaje por un producto navideño. La gente se enganchó, sobre todos los negocios; muchos te daban los productos e igual te querían pagar", cuenta sobre la iniciativa.
Enzo Cannobi es remisero y chofer de ambulancia en el Hospital "Dr. Mariano Etchegaray". Cada vez que puede se hace un ratito para colaborar, en lo que sea y con quien lo necesite.
En su propio auto recorre los barrios de La Madrid: Plan Federal, 17 de Octubre, Chino, Centro, Autoconstrucción y así hasta completar casi toda la planta urbana. "Hay gente que tiene muchas necesidades y esta bolsita es poquito", se lamenta. Cuando llega a una casa y golpea a la puerta, la señora se sorprende y la pregunta acompaña "¿por qué?, muchas gracias", dice casi al unísono mientras el hombre acerca las bolsitas donde se descubre algún pan dulce y otros elementos que harán, al menos por un rato, más felices a los más chiquitos.
De un lado a otro, Enzo cuenta cómo surgió la idea. A través del teléfono le comunican que ha salido un viaje y, aunque en estos tiempos de necesidad tal vez para muchos lo lógico sería que deje la tarea, prefiere seguir con su cruzada.
Habituado a los viajes en La Madrid y otras ciudades, conoce al dedillo las necesidades y las realidades. No necesita títulos honoríficos y tampoco le interesan.
Hace dos años se le ocurrió iniciar una colecta para Navidad y volvió a repetirla porque hay necesidad, porque quienes reciben la bolsita con los productos se lo agradecen pero por sobre todo le hace bien a él.
"Hay gente que tiene necesidad... lo que te llena el alma son los chicos y cuando la gente te agradece. Yo lo hago más que nada por los chicos", menciona.
"Está bueno, son pequeños gestos que te hacen bien, no porque digan ‘qué piola...’, sino porque es una ayuda mínima y se viven algunas circunstancias, es ponerse en el lugar del otro", señala Enzo Canobi.