BASQUETBOL. Nico Gianella, de regreso en Olavarría, bromeó sobre las razones de su postergado retiro El campeón con Estudiantes en la Liga 2000, el autor de una de las volcadas más recordadas de la historia, retornó a la Ciudad el jueves con Gimnasia para jugar el amistoso ante los albinegros.
Así se había anunciado en los medios que cubren la Liga Nacional tras el partido entre Peñarol y Quilmes, que significó la salvación de su equipo (el milrayitas).
La noche del adiós que no fue Sergio Hernández escribió en su cuenta de Twitter: "Finalizado el clásico llegó el retiro de un enorme jugador como Nicolás Gianella; pedazo de jugador y hermosa persona! Vamos a extrañar tanta clase Nico! Abrazo enorme, crack!".
Pero en su hogar deportivo (Gimnasia y Esgrima La Plata) no ahorraron herramientas para torcerle el brazo, lo lograron y el jueves pasó por su segunda casa, el Maxi del Parque Carlos Guerrero, para jugar el amistoso entre el Lobo y los bataraces.
"Hice todo lo posible por retirarme, y no me dejaron. Tuvieron dos negativas de mi parte, pero la gente de Gimnasia se ha comportado de una manera increíble. Les dije que no quería jugar más, y me respondieron que era imposible, que al menos debía intentarlo. Me instalaron la duda y acá estoy" contó con una feliz resignación.
El base que salió del Bosque y se consagró en el Parque construyó por dos décadas una carrera notable en Italia, España y Brasil.
"La decisión estaba tomada, pero si hago memoria lo que siempre quise fue retirarme con la camiseta del Lobo. Ese era el final de cuento y las cosas se estaban dando de otra manera: la edad, el físico, la familia que también tironea. Eran muchas cosas, entonces debo agradecer a la gente del club, que me trató de mil maravillas e hizo todo lo posible" acotó.
Aunque por un tiempo sí se sintió como un ex jugador.
"Estuve tres meses sin tocar la pelota, sin agarrar una pesa, nada, porque había tomado la decisión. Raro en mí, que apenas termino una temporada me pongo a trabajar. Pero bueno, estuve apartado un tiempito para ver si conseguía dejar, y es muy difícil dejar de jugar al básquet. Es algo que me cuesta mucho" reconoció.
Ahora, metido en la atmósfera de la Liga Argentina donde en algunas semanas volverá a estar frente a Estudiantes -pero por los puntos-, el platense comentó que "va a llevar un tiempo adaptarme a la categoría, entonces me apoyaré en mis compañeros y aportaré todo lo que pueda".
Analizó la actualidad de los triperos, y dijo: "Estamos trabajando bien. Tuvimos el contrapié que significó la lesión de Elnes Bolling, que se fracturó el quinto metatarsiano y fue un golpe duro para nosotros, porque es un jugador importante en este equipo".
Claro, la charla fue en el medio del teatro de sus primeros sueños grandes, entonces los recuerdos en algún momento iban a aflorar.
"Se sienten muchas cosas acá adentro. Siempre digo que si hay camisetas que me marcaron una es la de Gimnasia y otra la de Estudiantes de Olavarría, no sólo por todo lo que viví acá como jugador, sino porque dejé muchos amigos. Es una ciudad a la que vengo todos los recesos y le tengo un cariño especial" subrayó Nico.
El amistoso de anteanoche con Estudiantes los cerró con dos simples contra el aro que da a la cancha de golf... El de aquella volcada el 25 de mayo de 2000 que empezó a cerrar la increíble serie final de la Liga Nacional ante Atenas. "Tengo la red guardada en mi casa y cuando venga definitivamente el retiro la voy a colgar" anticipó.
"Son muchos recuerdos; sobre todo por todo lo que significó para Olavarría, para el club. La imagen de mi padre, que hoy no está con nosotros y estaba ahí, en la tribuna. Cosas muy emotivas que no se borran más" confesó.
En la despedida, anticipó que estuvo en los planes, pero no habrá chances de una remake con la camiseta blanca y negra: "Siempre hablábamos con Fede Marín, que es mi hermano, de terminar la carrera juntos. Hace poco me llamó y me ofreció ir a Ferro. Hacerlo en Estudiantes hubiese sido hermoso, pero va a quedar pendiente".