BASQUETBOL. Se enfrentan hoy a partir de las 9 en la final del Mundial de China 2019 En su camino hasta el partido decisivo el equipo Albiceleste superó a Corea del Sur (95-69), Nigeria (94-81), Rusia (69-61), Venezuela (87-67), Polonia (91-65), Serbia (97-87) y Francia (80-66).
La Argentina asumirá su tercera chance de alzar la Copa del Mundo después de tomar la primera en la edición estreno de 1950 que organizó y de quedar en el umbral de la gloria en Indianápolis 2002, cuando perdió con Yugoslavia (84-77) con la base del equipo que dos años más tarde coronó el oro olímpico en Atenas.
Aquella Generación Dorada que tuvo a Emanuel Ginóbili como símbolo sentó las bases de un virtuoso ciclo para el básquetbol argentino que aún tiene vigencia pese al retiro de casi todos sus integrantes, a excepción de Luis Scola, el líder absoluto del seleccionado actual.
El equipo dirigido por el bahiense Sergio Hernández superó todos los pronósticos en China, consiguió como un mero trámite el primer objetivo de sellar la clasificación para los Juegos Olímpicos Tokio 2020 y se instaló en la final con un rendimiento admirable.
"Juegan bien, con una unión y un coraje que contagia, que inspira. Defienden durísmo, están tremendos y en ataque tiene jugadores que resuelven. Es muy lindo verlos", reconoció Ginóbili en el entretiempo de la semifinal con Francia, para la que viajó 18 horas desde Estados Unidos.
"Estaba viendo el partido con Serbia (cuartos de final) y me emocioné en los últimos minutos. Entonces dije: no, me voy para allá, esto no me lo puedo perder", reveló el básquetbolista argentino más grande de todos los tiempos.
Sensaciones similares, pero desde otro lugar, experimentó el "Oveja" Hernández, que después de la clasificación a la final no dudó en asegurar que "este es el mejor equipo que he dirigido en mi vida, con todo mi respeto hacia los demás. No solamente porque gana sino porque juega bien. No tenemos un segundo de distracción, somos insoportables".
Insoportable al momento de defender, eficaz a la hora de atacar, concentrado en cada segundo del partido y comprometido con la causa colectiva son las virtudes que mostró la Argentina desde su primer partido en China 2019.
Su campaña hasta la final lo expresa con claridad a partir de sus victorias ante Corea del Sur (95-69), Nigeria (94-81), Rusia (69-61), Venezuela (87-67), Polonia (91-65), Serbia (97-87) y Francia (80-66).
El último obstáculo hacia la gloria máxima es un seleccionado español laureado, compuesto por jugadores de experiencia y que tiene una apreciable ventaja sobre la Argentina en el historial del Mundial de básquetbol.
En su recorrido hacia la final le ganó a Túnez por 101-62, a Puerto Rico por 73-63 y a Irán por 73-65 en la primera ronda; a Italia por 67-60 y a Serbia por 81-65 en la segunda fase; a Polonia por 90-78 en cuartos de final y a Australia por 95-88 en la semifinal.
El pivote Marc Gasol (34 años), campeón reciente en la NBA con Toronto Raptors, en su hombre más importante en la zona de la pintura, con un tiro respetable de media distancia y sobre todo con una potencia demencial cerca de los tableros.
También se destacan los perimetrales Rudy Fernández y Sergio Llull (compañeros de Facundo Campazzo y Gabriel Deck en el Real Madrid), Ricky Rubio, jugador de Utah Jazz en la última temporada y ahora de Phoenix Suns, y el alero Juancho Hernangómez (Denver Nuggets) dentro de un plantel con edad promedio de 30 años y altura de 2 metros, apenas cuatro centímetros más que el equipo argentino.
España también buscará su segundo título mundial después del alcanzado en Japón 2006 tras eliminar a la Albiceleste en semifinales por un apretado 75-74, que pudo tener otro final si entraba el tiro externo del santafesino Andrés "Chapu" Nocioni a tres segundos de la chicharra.
Esa victoria es una de las cinco que tienen los europeos en un historial mundialista de siete encuentros. La Argentina obtuvo dos triunfos: uno en la edición Canadá 1994 por 74-65 y otro por 86-81 en el último antecedente, que determinó el quinto puesto de Turquía 2010.