BASQUETBOL. La selección de Sergio Hernández jugó mal y cerró peor
A este estreno del equipo albiceleste habrá que dividirlo en dos segmentos bien diferenciados: los primeros treinta y cinco minutos en los cuales, salvo algún pequeño lapso, Lituania dominó el ritmo y el marcador del encuentro, y los últimos cinco, en los cuales la Argentina se pareció al campeón olímpico y estuvo a punto de concretar la hazaña.
Mientras Lituania fue el dueño del partido, guiado desde la base por Sarunas Jasikevicius, la Argentina mostró su peor cara. Sin conductor, sin creación de juego, sin alguien que al menos de manera individual sacara la cara por el resto, el seleccionado poco pudo hacer para quebrar a los lituanos, que exhibieron una gran presión sobre los principales jugadores argentinos.
La imagen que mejor refleja esta situación que se vivió en ese comienzo fue el hecho de que la Argentina marcó su primer doble (a través de Luis Scola), recién cuando habían transcurrido 2'' 48" de partido. Sólo la puntería y la defensa de Carlos Delfino dijo presente en un equipo que no encontraba el rumbo, mientras Lituania seguía manteniendo el control.
A pesar de que la primera parte finalizó con un muy parejo 34-30 en favor de los europeos, la reacción argentina recién llegó en el tercer cuarto, con algunas apariciones de Fabricio Oberto y un triple de Paolo Quinteros que permitió que los de Hernández se adelantaran en el marcador 45-44.
Pero todo resultó un espejismo porque instantes después un triple de Kristof Lavrinovic (47-45), inauguraría una andanada de triples lituanos que, sumado a una mala defensa argentina del juego interno del rival, le permitiría poner una tranquilizadora distancia en el marcador. Con esa tendencia transcurrieron los primeros pasaje del último cuarto. Con el marcador 68-57 (gracias a un triple de Linas Kleiza) a 4'' 55" del final, la historia parecía sentenciada.
Sin embargo, a partir de entonces, se vio lo mejor de la Argentina. Con Ginóbili y "Chapu" Nocioni como abanderados, y una defensa que se volvió asfixiante y cerró su aro, los de Hernández se pusieron en partido, y a un minuto 35 segundos empataron el encuentro 75-75.
El juego, sin merecerlo, estaba para los argentinos, porque además de su levantada, los lituanos exhibieron un cierto miedo escénico. Pero la Argentina se equivocó feo a la hora de cerrar el partido. Primero fue Nocioni, quien decidió ejecutar, mal parado, un triple, y luego fue ''Manu'' Ginóbili, que desde una posición incómoda, lanzó un doble. Fue demasiado. A 2 segundos del final, Lituania no falló su oportunidad y Linas Kleiza, con un triple, le bajó el telón al partido. (DyN)