BASQUETBOL. El equipo de Carmen de Patagones se impuso anoche por 77 a 69 Por semifinales de la Conferencia Sur de la Liga Argentina, ganó en el Maxigimnasio del Parque Carlos Guerrero y le cortó al Bataraz un invicto de 22 juegos en casa. El segundo punto de la serie al mejor de cinco será mañana, otra vez en el reducto del Albinegro, a partir de las 20.30.
Desde los primeros minutos del juego de anoche se veía que la mano venía complicada para Estudiantes. El Albinegro, tras eliminar 3-1 a Rivadavia de Mendoza por los cuartos de final de la Conferencia Sur de la Liga Argentina de Básquetbol 2018-2019, el segundo certamen en importancia de los que organiza la Asociación de Clubes (AdC) que otorga un único ascenso a la Liga Nacional (LNB), iniciaba un desafío durísimo, pero llegaba muy bien.
Sin embargo, el equipo estudiantil que dirige técnicamente Gustavo Ismael "Lobito" Fernández, segundo de la fase regular, se topó en el primer punto de semifinales ante un Atenas de Carmen de Patagones (6º) que venía de dejar en el camino 3-1 a Racing de Chivilcoy (3º) con desventaja de localía y le planteó al Bataraz un verdadero jeroglífico táctico que nunca pudo resolver.
Así, el Griego maragato quebró la localía de Estudiantes, que llevaba invicta 22 juegos en fila, al imponerse de manera incuestionable por 77-69. Pero la serie es a cinco juegos y todo puede cambiar de un partido a otro. El segundo punto ante los dirigidos por Carlos Eduardo Romano será mañana nuevamente en el Maxigimnasio del Parque Carlos Guerrero, a las 20.30. El tercer juego y el eventual cuarto se disputarán en el Gimnasio "Carmelo Trípodi Calá" (miércoles 22 y viernes 24, en ambos casos a las 21.30), mientras que el hipotético y definitorio quinto partido está pactado para el domingo 26 a las 20.30 en Olavarría.
De entrada la visita se plantó en zona, pero el local se las arregló para abastecer en la pintura al pivote cordobés Pablo Moya (6 puntos) y sacar una luz de ventaja (10-6) en los primeros minutos del encuentro. Pero el partido, con mucha defensa, peleado y de bajo marcador, típico de playoffs, comenzó a cambiar de a poco para el lado de la visita.
Ante una defensa muy cerrada Estudiantes no encontró nunca el tiro de tres puntos (finalizó la noche con un magro 4 de 24) y pudo dañar un poco también cuando Jeffrey Merchant impuso su físico en el poste bajo. Pero la visita se fue arriba al primer descanso (19-17) con los puntos de su dupla de internos: Joaquín Gamazo y Lotanna Nwogbo, el pivote extranjero de la visita que terminó siendo el jugador determinante de la noche.
En el inicio del segundo cuarto la visita puso un parcial de 9 a 0 y alcanzó la máxima diferencia (28-17), con su extranjero imparable en ataque e intimidante en defensa. Al Bata le costaba cada vez más anotar por la gran defensa desplegada por la visita, que tenía estudiado muy bien todos los movimientos ofensivos del equipo de la ciudad y planteó un esquema táctico irresoluble para el Albinegro a lo largo de toda la noche.
Sin embargo, de la mano de Santiago Arese y con los puntos de Jeffrey Merchant, el Bata volvió al juego para irse al descanso largo sólo un punto abajo (37-36) aprovechando la rotación de Atenas, un equipo anoche muy corto, pero altamente eficaz en su rendimiento colectivo.
Ya a partir del segundo tiempo el local la tuvo que remar desde abajo. Con Lotanna Nwogbo en el banco con tres faltas, el local pasó a ganar 41 a 37, pero ese fue el último tramo del juego favorable al Bataraz, que nunca se sintió cómodo en el partido.
La muy buena defensa de Atenas maniató por completo al Bata, que tuvo a algunos jugadores muy por debajo de su promedio anotador (Andrés Lugli y Julián Morales, por citar dos casos). El cambio de base, con Jeremías Sandrini, le dio un poco más de elaboración y menos vértigo al Bata, pero las apariciones de Santiago Arese no eran suficientes para un Bataraz ansioso en ataque porque estaba muy por debajo de otras noches.
Los constantes cambios defensivos, incluso con internos marcando a perimetrales, fueron una constante en toda la noche y así el Bata nunca pudo tomar tiros de tres puntos cómodos. Por el contrario, varias veces en esas rotaciones de la defensa salió ganando Atenas.
Con una ventaja que siempre osciló los 7 puntos la visita controló el cuarto final. Si bien el Bata estaba al acecho como para dar vuelta el juego en los minutos finales, la solidez del rendimiento de Atenas, con un Ariel Pau determinante en el último cuarto, más las apariciones de Joaquín Gamazo y Lotanna Nwogbo, como a lo largo de toda la noche, terminaron de dejar sin respuestas al local, que intentó de todo en ataque, pero le salió muy poco, mérito obviamente de lo planteado por el equipo de Carmen de Patagones.