BASQUET

El Bata selló su boleto a las semifinales

BASQUETBOL. Derrotó anoche a Rivadavia de Mendoza 81-63 por la Liga Argentina 2018-2019 Ganó 3-1 la llave de playoffs de cuartos de final de la Conferencia Sur en el Gimnasio "Leopoldo Brozovix". Ahora enfrentará a Atenas de Carmen de Patagones. Los dos primeros partidos serán viernes 17 y domingo 19 en el Maxigimnasio del Parque Carlos Guerrero.

Tras las victorias 82-67 y 71-66 en el Maxigimnasio del Parque Carlos Guerrero y la derrota 74-71 del pasado miércoles, Estudiantes se hizo fuerte anoche en casa ajena y cerró 3-1 la serie de cuartos de final de la Conferencia Sur de la Liga Argentina de Básquetbol 2018-2019, el segundo certamen en importancia de los que organiza la Asociación de Clubes (AdC) que otorga un único ascenso a la Liga Nacional (LNB). En el cuarto juego de la serie pactada al mejor de cinco derrotó con autoridad 81-63 en el Gimnasio "Leopoldo Brozovix" de Mendoza al local Rivadavia y abrochó la clasificación.

El equipo estudiantil que dirige técnicamente Gustavo Ismael "Lobito" Fernández, segundo de la fase regular, se topará ahora en semifinales ante Atenas de Carmen de Patagones (6º), que anoche eliminó 3-1 a Racing de Chivilcoy (3º).

Los dos primeros partidos ante los maragatos serán el viernes 17 y el domingo 19 en el Maxigimnasio del Parque Carlos Guerrero. El tercer juego y el eventual cuarto se disputarán en Carmen de Patagones (miércoles 22 y viernes 24), mientras que el hipotético y definitorio quinto partido está pactado para el domingo 26 en Olavarría.

El equipo Bataraz arrancó el juego de anoche tomando la supremacía en el marcador y mucho más concentrado en defensa que el pasado miércoles. Un muy buen comienzo con los tiros de tres puntos le permitió a la visita adelantarse de movida 19 a 9, con 5 de 8 en triples ante una floja defensa zonal del Naranja.

El perímetro, con el alero correntino Julián Morales mucho más efectivo que en los dos últimos partidos, se encargó de hacer la gran mayoría del aporte ofensivo de la visita, que también se mostró muy intenso en la defensa para bajarle notablemente el goleo al local.

El Bataraz cerró el primer parcial con la máxima de 11 puntos (23-12) repartiendo bien el goleo, con el escolta chaqueño Agustín Brocal liderando ese rubro del juego con 7 unidades.

La toma del mando en el marcador del Albinegro aplacó por completo al público local, algo que se trasladó al equipo de Fernando Minelli mientras que Estudiantes siguió muy concentrado, ejecutando su libreto de juego al pie de la letra.

El recambio por parte de ambos entrenadores no trastocó en nada el trámite del partido. El Bata sacó 16 de ventaja (32-16) en los primeros tres minutos del segundo cuarto con la conducción y los puntos del base santafesino Andrés Lugli como estandarte en la visita.

El local endureció su defensa, hizo fallar al Bata en algunas ofensivas y tuvo un esbozo de reacción. Pero fueron solamente un par de minutos, ya que con mucha inteligencia el capitán Santiago Arese distribuyó muy bien el juego para asistir a sus compañeros.

De todas maneras la actitud de Rivadavia ya era otra a esa altura del juego, presentándole a Estudiantes otro tipo de obstáculos. La tibia defensa zonal que mostró el local en el comienzo pasó a ser una férrea marca hombre a hombre, pero Estudiantes siguió imponiendo lo suyo.

Un triple de Andrés Lugli, un posterior doble del pivote cordobés Pablo Moya y otra conversión en el cierre de Santiago Arese le dieron a la visita la diferencia máxima de 21 puntos (46-25) de cara al segundo tiempo para cerrar así 20 minutos muy buenos, tanto en defensa como en ataque.

En el comienzo del tercer cuarto la visita sacó 25 puntos (54-29, la máxima de la noche), pero el Naranja lejos estuvo de tirar la toalla, endureció la defensa y empezó a recortar la diferencia de a poco sabiendo que de cara al cuarto final debía achicar el marcador lo máximo posible.

Pero el correntino Julián Morales estaba en su noche y fue clave con sus anotaciones para que la visita vuelva a tomar bastante aire en el marcador de cara al capítulo final. Un triple del riocuartense Santiago Arese cuando se cerraba el parcial pareció ser el golpe de gracia para el local, que debió encarar los últimos 10 minutos abajo por 19 unidades (64-45).

Rivadavia esbozó una nueva reacción y a falta de 8 minutos para el cierre recortó algo la diferencia a 15 puntos (66-51). Pero con el reloj como principal enemigo y un Estudiantes concentrado en lo suyo los mendocinos fueron un manojo de nervios y ansiedad en ataque. El Bataraz volvió a sacar 20 puntos de ventaja 79-59 con dos minutos por jugar, apareció para conducir con inteligencia Jeremías Sandrini y la historia quedó sentenciada para los Albinegros sin ningún tipo de sobresaltos.

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