Una experiencia única en la provincia de Buenos Aires La iniciativa es en conjunto con el Conicet y está a cargo de alumnos del CEPT N° 22 y la Escuela Agropecuaria.
El plan es desarrollado de manera conjunta por ambos establecimientos conjuntamente con el Consejo Escolar y la Dirección de Medio Ambiente lamatritense, y cuenta con el asesoramiento del Conicet La Plata.
"Es la continuidad de un proyecto que se inició hace un año y medio. El investigador que nos acompaña es Pablo Arnal junto con su equipo", contó Amalia Chaneton, responsable del área medioambiental local. "Se está desarrollando un filtro de arena lento que sirve para potabilizar el agua en sus problemáticas bacteriológicas; busca resolver los problemas biológicos y obtener un agua más pura, apta para el consumo humano", señaló la funcionaria.
Como parte del acuerdo, el investigador platense visitó en varias oportunidades La Madrid y recientemente se reunió con alumnos y profesores para comenzar la construcción de dos filtros.
El primero ya se instaló en el CEPT de Pontaut, mientras que el de la EEA será presentado en la Feria de Ciencias que se realizará el 2 de julio. "Queremos que los alumnos puedan mostrar cómo fue el trabajo, cómo funciona y que cuenten la experiencia", se informó.
"El filtro es una tecnología muy sencilla, ya desarrollado en otros lugares del mundo y lo que nosotros estamos haciendo es adaptarlo al territorio. Son muy pocos municipios en la provincia de Buenos Aires los que han hecho convenio con el Conicet, La Madrid fue uno de los primeros en hacerlo y se ha ido trabajado lentamente", indicó Chaneton. "El agua no es igual en todos lados y los microorganismos tampoco, por eso hay que ir haciendo una adaptación del sistema para ver si funciona", mencionó.
"Se trabaja con tubos de PVC, con un sistema de cañerías con una arena especial que tiene bacterias y es la encargada de colonizar y filtrar el agua", sintetizó una de las alumnas que participa de la experiencia.
El seguimiento se realizará a lo largo de un año midiendo semanalmente si efectivamente se potabiliza.
El FDAL se instala en la tierra y se va filtrando el agua. En una primera parte del proyecto se utilizará para el riego y posteriormente será destinada al consumo humano, se explicó desde el área de Medio Ambiente.
"En el caso de Pontaut, con dos filtros se podría cubrir la necesidad del CEPT y también se analizó cuánto se necesitaría para toda la localidad", apuntaron las autoridades que se mostraron entusiasmadas con la posibilidad de resolver una problemática de larga data, e inclusive se podría replicar en los campos a un costo económico.
Con este proyecto "se logró la vinculación de las dos escuelas y los chicos empezaron a entender cómo se potabiliza el agua, además pudieron aplicar las materias que aprenden diariamente en un sistema que viene a resolver una cuestión muy importante para la comunidad. También se instala capacidad porque si bien las plantas de ósmosis podrían resolver el suministro del agua, con este programa los chicos saben construir los filtros y replicarlos en su ámbito", valoró Amalia Chaneton.
Con este módulo se potabiliza el agua en lo que respecta a lo biológico y con eso "se evitan las diarreas, las gastroenteritis y otras enfermedades", anticipó.
Por el momento se llevará a la práctica sólo en los establecimientos educativos antes mencionados. Igualmente, como parte del convenio con el Conicet La Plata, Pablo Arnal estará en La Madrid el próximo 2 de julio brindando una charla a los estudiantes de la ciudad.
Experiencia inédita
La Madrid se suma a un puñado de distritos (en total siete) de la provincia de Buenos Aires que ha firmado el convenio con el Conicet La Plata para la construcción y utilización del filtro de arena lento (FDAL). El proyecto tiene como principal referente al investigador Pablo Arnal.
El filtro es una tecnología que se descubrió hace algunos años y que está impulsada por la Organización Mundial de la Salud para mejorar el acceso al agua.
Además del beneficio sanitario los especialistas destacan que se transfiere conocimiento a los alumnos. En La Madrid interviene el Consejo Escolar y las dos escuelas mencionadas más arriba y la Dirección de Medio Ambiente. "En nuestro caso hicimos un análisis del agua en todas las escuelas rurales del distrito y encontramos que en muchos casos hay problemas fisicoquímicos; el filtro resolvería los biológicos", apuntó Amalia Chaneton. "Nos importa llevarlo a la práctica y que los chicos aprendan y queden funcionando", ponderó.
A través del proceso de filtración el agua es separada de la materia en suspensión haciéndola pasar a través de un material poroso. Se busca la remoción de coliformes fecales, huevos de helmintos, virus y quistes de protozoarios y otros patógenos que pueden colocar en riesgo la salud de las personas.
