LAPRIDA

Positiva experiencia para las embajadoras culturales en la Fiesta Nacional de la Cebada Cervecera de Puan

El importante evento les permitió a las jóvenes promocionar y "a pensar a Laprida como destino Turístico diferente, que es nuestra meta como Gobierno Municipal" señaló la directora de Cultura, María Alejandra Casemayor.

El domingo pasado estuvieron participando en la Fiesta Nacional de la Cebada Cervecera en la ciudad de Puan, las embajadoras Culturales de nuestra ciudad Katerina Faure (Miss Laprida), Estefanía Gutiérrez (Miss Turismo) y Clarita Minvielle (Miss Carnaval 2018).

El importante evento les permitió a las jóvenes promocionar y "a pensar a Laprida como destino Turístico diferente, que es nuestra meta como Gobierno Municipal" señaló la Directora de Cultura María Alejandra Casemayor que lo hizo acompañando a ambas jóvenes junto a Natalia Saizar del área de turismo municipal.

La titular de cultura destacó la labor de las jóvenes "del amor por esta ciudad y por cada cosa en particular" y extendió el mismo halago por acompañamiento en el caso de Katerina de su mamá.

El evento, ante un predio colmado, tuvo espectáculos de primer nivel como Alejandro Lerner que estuvo el domingo.

La promoción de Laprida puntualmente tuvo que ver con el complejo "El Paraíso", Laprida Rock (Iván Noble), eventos deportivos y la agenda cultural de la ciudad.

Por decisión propia Katerina Faure vivió una experiencia que calificó de "hermosa" poder hablar de su ciudad ante semejante marco de público y participó de la elección de Miss Cebada Cervecera con actividad en todo el día, acompañada por las mamás. "Al final del día se puso un poco tenso por algunas madres nerviosas porque tenían otras intenciones", deslizó dejando entrever aspectos relacionados con la elección.

Para Estefanía Gutiérrez fue "maravilloso" haber sido parte de la fiesta, "tanto personalmente como de promocionar Laprida. En lo personal esto me hace crecer mucho poder promocionar los eventos locales en este mes y en el año".

Miss, Reina, Embajadora, ¿o nada?

El controvertido tema de eliminar la elección de las reinas siempre da lugar al análisis y los diferentes puntos de vista. En Laprida que indica la continuidad y aceptación en estos últimos 30 años: ¿es descarnada la elección?, ¿existe destrato desde la organización y entre las jóvenes?

Muy por el contrario existe en cada una de ellas y en varios casos por decisión propia, sano orgullo de representar a su institución, a su club, a su deporte y en otras jóvenes un halago representar a una entidad de menos afinidad, no sólo por sus condiciones físicas exteriores sino también por el interior de la persona, perfil éste que debería acentuarse más desde cada entidad al momento de elegir su representante.

Desde este lado no se ve insalubre el tema preservando sobre todo las chicas, quizás los intereses de los adultos debajo del escenario suelen a veces desvirtuar la finalidad como pasa en otros aspectos.

Del mismo modo como hay padres que creen tener en su casa un Ginobili o un Messi en potencia -que después chocan con lo duro de la realidad- también hay madres que sueñan con sus hijas en la publicidad de perfume de una tapa de revista de tirada nacional.

No es malo que la ciudad tenga una joven que difunda las potencialidades sociales, turísticas, deportivas y culturales en las grandes fiestas populares. Lo malo quizás es eliminar o prohibir este tipo de elecciones, sólo por hacernos eco de ejemplos de otros puntos donde la cuestión se sabe que es más "agitada o violenta" sin mirar y profundizar la mirada interior.

En este sentido la Directora de Cultura se ha manifestado en otras ocasiones al respecto y se mantiene firme en indicar que se trata de "un espacio importante y valioso que se ha ganado y lo da la experiencia propia".

Para agregar. "Puedo hablar de Laprida y no se qué pasará en otros lados. Sin embargo podemos decir que la experiencia de Katerina en Puan nos muestra que hay cosas para desterrar -sobre lo que dejó entrever de las madres- , que son el entorno el que presiona a las chicas por un interés o ambición personal y se dejan de lado lo que es importante".

Se mostró a favor que se cambié el título de reina por embajadora cultural y descartó de plano que en Laprida se encuadre la elección "como un concurso de belleza con cánones de altura y medidas como ocurre en otras ciudades, estas cosas en Laprida no suceden", afirmó.

Se mostró abierta al diálogo sobre el tema, pero dejó claro que su agrado es que "el espacio siguiera estando, porque creo que es valioso, este aprendizaje y experiencia sana que se ha logrado en Laprida sería una pena perderlo", insistió.

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