El Juzgado de Garantías local resolvió la medida contra una persona de 29 años, quien fue reconocida por las víctimas y grabada por cámaras. El asalto ocurrió a principios de enero en el comercio ubicado en Del Valle y Laprida.
El hecho por el que Emanuel Carlos Alberto Urrutia fue aprehendido en la madrugada del 11 de enero se produjo minutos antes en el kiosco ubicado en el cruce de la avenida Del Valle y Laprida, que se encuentra abierto las 24 horas. Fue alrededor de las 3 que el delincuente ingresó portando un arma de fuego, con las que amenazó a las tres personas que estaban en el lugar, entre ellas el comerciante.
Las víctimas fueron encerradas en un baño, e incluso el autor del hecho habría llegado a gatillar, pero el disparo no salió. Luego de que huyera, se dio aviso al número de emergencias 911, y personal del Comando de Patrullas Olavarría (CPO) logró interceptar a Urrutia en el cruce de las calles Saavedra y Vélez Sarsfield.
Ese mismo día el joven de 29 años fue trasladado a la sede del Poder Judicial, donde se negó a declarar y fue imputado por ser autor del delito de "robo agravado por el uso de arma de fuego". En el transcurso de los últimos días, el juez Carlos Villamarín, al frente del Juzgado de Garantías Nº 2, confirmó el pedido de prisión preventiva contra Urrutia; solicitud elevada por la fiscal Viviana Beytía, titular de la Unidad Funcional de Instrucción Nº 10.
Tras la resolución judicial, Urrutia, quien se encuentra alojado en la sede carcelaria de la Unidad Penitenciaria Nº 38 de Sierra Chica, permanecerá detenido al menos hasta que se lleve adelante el juicio.
En el robo en el Maxikiosco Open 24, el delincuente se apoderó de una suma de dinero cercana a los 3 mil pesos y un teléfono celular. Al ser demorado mientras huía en las inmediaciones del barrio Fonavi, descubrieron que llevaba los elementos robados y el revólver calibre 22 con el que amenazó a las víctimas.
Fuentes consultadas por EL POPULAR indicaron que Urrutia fue identificado fácilmente porque al momento de cometer el ilícito llevaba el rostro descubierto. Además, tanto dentro del comercio como en la calle existen cámaras con los que el delincuente fue grabado.
