LAPRIDA

"La realidad se construye día a día y con un equipo de acompañamiento"

Yesica Bopp visitó Laprida y brindó una clínica En 2005 fue única medalla de oro en los Panamericanos de Argentina, se clasificó para el Mundial de Rusia y después de India. A fin de año cumplirá 10 años como campeona del mundo.

Irradia energía y simpatía en iguales proporciones. No está subida en la cima, cuando tendría motivos para hacerlo. Es chica de barrio, simple. Yesica Bopp pasó por Laprida al natural. Dejó frases, brindó una clínica con mucho de contenido para los jóvenes que empiezan el camino del box y repitió en varios pasajes que cada uno debe "crear su propia realidad".

Surgió de una escuela municipal sabiendo que tenía muchas cosas por hacer. "En la calle había muchas tentaciones, entonces encontré en el club la posibilidad de mostrarme yo misma y entender que dependían de mi todos mis actos".

Es la actual campeona del mundo en minimosca. En 2005 fue única medalla de oro en los Panamericanos de Argentina, se clasificó para el Mundial de Rusia y después de India. Fue sumando logros amateurs que luego la avalaron para el campo profesional. A fin de año cumplirá 10 años como campeona del mundo. "Llegar es fácil, lo difícil es mantenerse", reafirma. En rueda de prensa esto respondía:

-Hay antecedentes en tu familia que despertaron tu veta de boxeadora.

-Llego al box porque mi papá era bravo en el barrio (risas), pero mi pasión fue despertando y fue desde Avellaneda al mundo, conociendo el país y otros países, creando mi realidad en un momento en que el boxeo femenino no existía y para que nos respeten y sea creíble. Yo me lo tomé muy profesional desde el día uno, para que me den el valor, pero enfocada para traer resultados.

-¿Cómo te abriste caminos en el mundo del box siendo mujer?

-El que me mostró el camino fue Delfino Pérez, que falleció en 2013. En 2003, Héctor Morales comenzó a buscar mujeres para llevar a campeonatos y es donde me ven y quedo en un equipo de selección. Delfino no pudo llegar a ser campeón, pero a través de lo que yo le brindé es como le completé su vacío y sus ambiciones.

-¿Por qué la admiración de joven por Oscar de la Hoya?

-Primero porque era re bonito y es como que uno socialmente la imagen del boxeador debe ser todo roto, y yo de a poquito fui cambiando eso en cuanto a lo social. Entendió que podía ser un boxeador y que después podía ser empresario y desarrollarse. Copié también eso, poder dividir que hacía un deporte de hombres pero no dejaba de ser mujer, y a través de él vi que la imagen era importantísima.

-¿Qué se le dice a un chico, porque se le puede decir mucho y por ahí no le llega?

-Que sí lo pueden imaginar, lo pueden crear, pero la realidad se construye día a día y con un equipo de acompañamiento. Solo podes llegar, pero con un equipo se llega más lejos, porque el otro ve lo que a vos te falta. Eso es importante entender cuando se entra al gimnasio; deben entender que tienen metas, objetivos y sueños, y partir de eso van a poder crear su realidad.

-¿Cuál fue el título que resultó más especial haber ganado?

-Cada objetivo y cada meta tenía un resultado que me hacía decir esto es lo máximo. Al principio fueron las medallas, después el título del mundo, después la carrera, fue mi hija. Fueron muchas cosas que fueron creando mi realidad y no puedo decir una o la otra, a todas puse lo mejor de mí y pude tener lo máximo de cada cosa.

-¿Qué podés contar de la última pelea por el título?

-Marcó un antes y un después, porque ahora se abren puertas para México y estaremos peleando allá. Fue un quiebre porque los mexicanos vinieron confiados creyendo tener chances, se vendieron los derechos a Televisa con Julio César Chávez relatando. Dimos una buena impresión, todos saben que soy una buena boxeadora, pero cuando me ven dicen no hay con qué darle a Yesica... (risas).

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