Debido a la falta de precisiones sobre su paradero no se pudo iniciar el juicio El caso se registró en el 2010 en General La Madrid, cuando la acusada salió de su casa y dejó su hijo de tan sólo 6 meses a la guarda de sus hermanitos. Cuando retornó, ya de madrugada, el niño presentaba lesiones compatibles a una caída y murió poco después. El hecho fue investigado desde nuestra ciudad.
Se trata del proceso judicial contra Roxana Callo, el cual desde hace ya un tiempo tiene cerrada la etapa preparatoria, o sea la investigativa. Sin embargo, teniendo inclusive Tribunal sorteado, el juicio nunca pudo dar inicio debido a la falta de precisiones acerca del domicilio o paradero de la única acusada. La mujer había sido detenida en el 2014, cuando la causa era liderada por el entonces titular de la fiscalía Nº 5, el doctor Martín Pizzolo. Vale recordar que desde nuestra ciudad se encabezan las causas judiciales de los hechos ocurridos tanto en La Madrid como en Laprida.
Según se logró establecer, todo sucedió entre la noche del 30 de abril y la madrugada del 1º de mayo. La hipótesis central ubica a la mujer concurriendo a un local bailable de La Madrid, donde residía e inclusive era la esposa del ayudante fiscal de esa localidad, José María Elis, quien tras una causa por diversas irregularidades quedó inhabilitado de manera perpetua para el ejercicio de cargos públicos. El episodio tocó todas las esferas de la vecina localidad.
Lo concreto es que, según se logró reconstruir, cuando la mujer regresó se encontró con su pequeño hijo con severas lesiones, las cuales serían compatibles con la caída de la cuna. Arribó sin vida al centro asistencial lamatritense. Allí los médicos habrían advertido un deterioro generalizado en su condición, lo cual dio inicio a las averiguaciones judiciales. La causa que se había iniciado en un primer momento como "averiguación de causales de muerte" mutó tiempo después a "abandono de persona agravado por el vínculo".
Tiempo después de su captura la mujer accedió a una morigeración en su situación procesal, que se tradujo en la excarcelación bajo caución juratoria, es decir con el acuerdo de someterse a diversas pautas de conducta y condiciones, algo que fue desacatado por Callo, al punto que debió postergarse el debate que se iba a desarrollar en Azul, más precisamente en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1.
Fue precisamente uno de los integrantes de ese cuerpo, el juez Martín Céspedes quien requirió ante la DDI de Azul que se efectúe la captura, lo cual dio origen a todo tipo de averiguaciones y pesquisas. Ello permitió en primera instancia conocer que podría estar en la Capital Federal, por lo que se requirió la colaboración de la policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El dato concreto era que se encontraba trabajando en un establecimiento educativo del barrio porteño de San Nicolás.
El avance en la investigación permitió conocer también que desde una fiscalía capitalina, más precisamente la Nº 17 de la doctora Beatriz Bordel, se le seguía una causa por "usurpación de título y honores". Con todo ello se diagramó un operativo que permitió su captura en la jornada de ayer a la vera de esa escuela donde trabajaba como portera. Las tareas fueron realizadas de manera conjunta por personal de la DDI Azul y efectivos de la policía de la Ciudad de la Comuna 1C.
Callo permanece actualmente alojada en esa dependencia policial, a la espera de cupo carcelario y exhorto de traslado para remitirla hacia Azul.
