Estuvieron el fin de semana y volverán el próximo Se trata de Esteban, Tomás y Francisco. Es parte de su formación sacerdotal y realizan diferentes actividades. Contaron de qué se trata la vocación.
El joven de 26 años cuenta que entró al Seminario en 2010, luego de haber comenzado a estudiar Veterinaria. "La vocación es algo muy personal. Yo sentía una vida espectacular, muy organizada, y descubrí en mi interior que lo que me planificaba la vida era esto del sacerdocio. Hoy parece raro, no es común; cuando se habla de los jóvenes que entran al Seminario lo primero que se ponen adelante son los no: no se va a casar, no va a tener una familia ni una casa propia y parecen más grande pero en la experiencia, lo que te motiva, son los sí: una vida más feliz, desprendida de lo material, estar abierto a la comunidad… eso nos motiva y es un camino largo por andar", cuenta.
Cuando les contó su proyecto de vida a sus allegados recibió apoyo inmediato, pero admite que el cambio personal que se realice es profundo y lento. "Lo importante no es lo material externo sino la actitud interior que es de vivir la vida no como yo quiero sino que importan los demás", apunta.
Cuestión de fe
"La fe es la experiencia que uno tiene. La fe no es un añadido sino que es lo que atraviesa toda la vida de una persona", explica Esteban Gennuso.
"La fe no es simplemente estar de rodillas rezándole a un Dios que vaya a saber dónde está sino que es que lo que Dios ha revelado nos pone unos lentes y nos enseña a ver la realidad, cómo actuar ante los demás. El que simplemente está en la Iglesia y no le importa nada de la sociedad no es un verdadero creyente, ni el que la tiene como un añadido. La fe es algo que te invade y te enseña a ver el mundo que te rodea", termina.