BASQUETBOL. Sergio Santos y su esperanza en plena etapa de preparación
La Argentina, sin los escoltas Emanuel Ginóbili, que está en plena rehabilitación en su tobillo izquierdo en busca de estar en Beijing, y Carlos Delfino, pudo dar vuelta un resultado adverso y finalmente ganó por 88-86 el primer partido preparatorio con vistas a los Juegos.
"Espero que el equipo ideal aparezca en Beijing. La preparación siempre es dura. Antes tenías como mínimo dos meses, ahora todo ha cambiado y hay poco tiempo de trabajo. Yo calculo que en algunos de los partidos que juguemos en el país vamos a ver a la Argentina que todos queremos y en otros no, pero es la etapa que estamos transitando", sostuvo el entrenador.
Asimismo, admitió que "sería bueno encontrar el juego del equipo para ir a China sabiendo de lo que somos capaces de hacer", en referencia a poder tener preparado el juego en los partidos preliminares que tendrá en España. Hernández admitió que Polonia les deparó sorpresas y destacó como atenuante el poco tiempo de preparación que lleva el grupo argentino.
"Para ser sinceros, no había mucho conocimiento sobre el juego de Polonia. Ellos venían de jugar el Eurobasket y estaban en ritmo de competencia. Y aunque no clasificaron jugaron de igual a igual contra equipos de gran potencia como Francia o Italia", admitió Hernández.
También reconoció que Polonia "a lo mejor nos desorientó un poco, porque utilizaron a los grandotes para los tiros de tres puntos y no a los perimetrales". Como atenuante a una actuación limitada, resaltó que su equipo tenía "apenas cuatro días de entrenamientos y jugamos contra un equipo no convencional".
Hernández dijo que también complicó la salida del pivote Fabricio Oberto, quien dejó el partido por un problema físico y de Leo Gutiérrez, quien tuvo una contractura y debió salir después de embocar cuatro triples. "Esas situaciones -apuntó- terminan incidiendo en el encuentro".
No obstante la escasa luz de diferencia que mostró la victoria sobre los polacos, Hernández rescató la "actitud para ganar el juego en el final y la garra interna que nació desde adentro del equipo para no caer derrotado. Nunca dimos por perdida ninguna bola y eso es una marca argentina: luchar siempre hasta el final y mostrar el carácter de siempre", remató. (DyN)