Entrevista a Miguel Romero, director de la Escuela Municipal de Guardavidas de Henderson Estudiantes de Henderson realizan prácticas en el Polideportivo y en el Balneario. Cuál es la labor de estos profesionales. Existe una posibilidad de abrir una escuela en La Madrid.
Desde el último viernes, un grupo de 25 chicos y chicas llevan a cabo prácticas en el Polideportivo y en el Balneario Municipal. "Los aspirantes van a hacer guardia que van a servir como entrenamiento", señaló Romero.
La Escuela de Guardavidas de Henderson pertenece a la Asociación de Rescatistas Argentinos (ARA) y lleva adelante capacitaciones en diferentes puntos del país.
"La idea es que adquieran más conocimientos y darles una mano a los chicos de acá porque sabemos que este fin de semana y el venidero esperan mucha gente en el balneario", indicó el director respecto a cómo será el trabajo de los aspirantes, que cumplimentan su preparación con entrenamientos en la pileta climatizada municipal.
"La carrera de Guardavidas en nuestra escuela dura un año. Arrancó en febrero de 2017 con un precurso donde se brindan requisitos para poder formar parte de la carrera. Los alumnos tienen salidas obligatorias para trabajar en río o mar, en esta oportunidad sumamos además arroyo porque en nuestra zona también tenemos espejos de agua similares a los de La Madrid", contó Miguel Romero.
La Escuela de Henderson nuclea alumnos de esa ciudad, de Bolívar, Pehuajó, 9 de Julio, Carlos Casares y de La Pampa. Los requisitos para ingresar a la Escuela son ser mayor de 18 años, tener el Secundario completo y rendir aptitudes físicas.
-¿Cómo es el trabajo de un guardavidas?
-Es de mucho entrenamiento, sacrificio y voluntad. Se trabaja constantemente en equipo. Formamos a los futuros profesionales para que trabajen mancomunadamente con la comunidad. El guardavidas no se es sólo durante la temporada, sino todo el año.
-¿Qué se necesita para ser guardavidas?
-Un buen guardavidas no es el que tiene mejor físico sino aquel que previene, que está permanentemente atento para que no haya personas en riesgo. Nuestra idea no es que sólo trabajen en el verano sino que sean profesionales durante los 365 días del año. También que sean buenas personas y estén constantemente acompañando a la comunidad. Algunos creen que el guardavidas está parado en la playa, tiene buen físico y nada más, pero en realidad es mucho más que eso. Un buen profesional es aquel que está comprometido con su comunidad, que se brinda y que se prepara constantemente para superarse día tras día.
-Salvan muchas vidas, pero también pueden ocurrir desgracias. ¿La cuestión psicológica es fundamental?
-Nosotros nos preparamos física y psicológicamente para distintas situaciones. El aspirante, cuando ingresa, sabe que es un trabajo de riesgo y por eso se trabaja para fortalecerlos desde la parte mental. Pero deben estar preparados para cualquier imponderable. Los guardavidas no trabajan solos, sino que conforman un gran equipo y una familia, donde se apoyan mutuamente y se contienen. En nuestra escuela muchos de los chicos son de pueblos o ciudades chicas. Conocen las historias que suceden a diario y asimilan más las cosas; eso hace más fácil su labor porque no están en lugares grandes donde sólo son números y anónimos. Los instructores los formamos mentalmente para que estén preparados para actuar no únicamente en los balnearios, sino también ante emergencias que puedan ocurrir en la calle. La prevención es lo primordial. El trabajo del guardavida está avanzando mucho y se está profesionalizando constantemente.
-¿La sociedad reconoce el trabajo?
-Nuestra labor no estaba muy dignificada pero ahora, afortunadamente, la sociedad lo está reconociendo. Antiguamente se creía que nuestro trabajo era estar sentado al sol, con anteojos y mirando chicas, pero el guardavidas ha tomado una relevancia muy importante debido a que está cambiando la geografía marítima. El humano, al talar árboles y construir edificios cerca de la playa, va dañando la naturaleza: se forman pozos en el mar, el terreno va cambiando por el clima... el guardavidas tiene que estar atento a todo esto y conocer el lugar para que no lo sorprenda. Hay que conocer los vientos, cómo es el ritmo de las mareas, dónde están los canales y los chupones, hay que estar atento a todos los imponderables. Antes se hablaba de "cursitos", pero desde ARA nosotros formamos guardavidas y rescatistas para que trabajen con la comunidad.
-¿Aún hoy hay mucha irresponsabilidad social y se subestiman los cuidados en los lugares de piletas y balnearios?
-Sabemos que hay lugares donde la gente que está a cargo de la seguridad no es idónea, por eso tratamos de formar de crear escuelas y que los guardavidas estén aptos para trabajar en rescates y prevención. A nivel provincial no se han podido abrir sedes del programa Escuelas Abiertas en Verano porque la Dirección General de Cultura y Educación exige profesionales. Tenemos que empezar a concientizar a la comunidad y dar charlas en las escuelas sobre lo que es el trabajo docente y que ellos conozcan como hacer las maniobras de RCP básico para que puedan actuar ante urgencias, porque están con chicos a los que les puede suceder cualquier cosa y en cualquier momento. Estamos mejorando y esperemos que de ahora en adelante se nivele para arriba y no para abajo.
¿Una escuela en La Madrid?
Miguel Romero agradeció la predisposición del Municipio lamatritense para que los aspirantes de la Escuela Municipal de Guardavidas de Henderson puedan llevar a cabo las prácticas en La Madrid. En ese sentido destacó la ayuda del secretario de Cultura, Diego Franco, y del director de Deportes, Marcelo Hagg, así como de todo el personal del Polideportivo, donde se alojan los estudiantes. "Tener una Escuela aquí sería muy importante" comentó Romero, e insistió en la importancia del trabajo de los guardavidas.
Cómo actuar en las diferentes situaciones
Miguel Romero se preparó es instructor internacional en salvamento. En 2010, cuando ocurrió el terremoto en Chile, fue convocado para prestar colaboración en el país trasandino. "Estamos preparados para actuar ante esas situaciones, pero lo que se aprende en territorio es lo mejor que puede suceder a un profesional para actuar en diferentes situaciones", contó sobre la experiencia.
"Nosotros pertenecemos al ARA, que está gestionando ante Defensa Civil de la provincia de Buenos Aires para que actuemos ante cualquier catástrofe", señaló. "El rescatista trabaja en conjunto con otras instituciones. En Chile trabajé en la ‘Zona 0’, rescatando gente y arriba de los morros repartiendo agua... Nosotros estamos preparados para actuar en todo tipo de situaciones y no sólo tareas de rescate", apuntó.