"El saldo es muy positivo porque nos siguen acompañando en esta propuesta que ya lleva siete años", señaló el Flaco.
Josef y Christine Ernst son alemanes y llegaron a La Madrid "por una recomendación de unos amigos que nos dijeron que el evento estaba muy bien organizado y porque esta es una región muy buena para practicar el parapente", cuentan en un perfecto español.
Amantes de los deportes extremos y en especial de este deporte, llevan casi tres décadas practicándolo. "En nuestro país generalmente los vuelos se hacen desde las montañas, estamos acostumbrados a bajar desde los Alpes. Aquí el panorama es bien diferente: la subida se hace con torno y dependemos exclusivamente de las térmicas para sostenernos en el aire", detallan.
Los Ernst recorren el continente hace más de 20 años y fueron unos de los pioneros de la utilización del parapente para volar en las montañas más emblemáticas de América.
"Estuvimos 13 veces en la Argentina para disfrutar del vuelo y del país, encontrándonos con pilotos y amigos", dice Josef que conoce muy bien las condiciones climáticas y de las proezas de Damián Lestarpe.
La pareja ha recorrido los cinco continentes con sus parapentes. "Nosotros comenzamos a volar luego de subir a una montaña", repasan sobre su historia en el deporte y asegura que con los años "es una disciplina que ha cambiado mucho". "Hemos hecho vuelos en llano pero principalmente lo hacemos en las montañas. Es completamente diferente un vuelo y otro: aquí hay térmicas muy fuertes y se pueden recorrer grandes distancias", dicen; esas características peculiares les permitieron a la pareja recorrer casi 50 kilómetros en el vuelo personal más importante de la "Semana del Cross".Josef y Christine se quedaron sorprendidos con la amabilidad de los lamatritenses y con la organización del evento.
"Qué se siente desde arriba del parapente", es la pregunta que se repite a todos los parapentistas que alguna vez visitaron la ciudad. Los Ernst casi de inmediato hacen un suspiro y un gesto: "la vista es maravillosa… es un sentimiento increíble. Se siente libertad, este es un deporte que depende de las fuerzas de la naturaleza y del piloto, no conocemos esa libertad en otro deporte y es lo que nos fascina", coinciden.