FUTBOL. Se mostró fragil y cayó 3-2 ante Godoy Cruz en un partido vibrante Con goles de García, Garro y Angileri, el Tomba derrotó al Xeneize en Mendoza en la primera presentación del año. Maroni, de buen partido, y Bou marcaron para el conjunto de Guillermo, que contó con las presencias de Buffarini y Mas.
A los 17 minutos los mendocinos golpearon a fondo: un pelotazo largo cayó en el pecho del Morro García, quien la bajó con maestría y aprovechó una marca algo relajada de Vergini para definir y poner el primer gol del partido.
Apenas un rato después, Godoy Cruz le dio otro mazazo a Boca. El Morro García se movió con comodidad por la derecha del ataque, sacó un centro en el que la pelota pareció haberse ido de la cancha y la pelota le cayó en el centro del área a Garro, quien remató a quemarropa. Sara dio un rebote corto y finalmente el propio Garro empujó la pelota a la red con el arco vacío para sacar dos goles de ventaja. Boca sufría, y mucho, en su primer partido del año.
El equipo del Mellizo consiguió de a poco empezar a salir del pantano. Encontró algunos agujeros en un Godoy Cruz que cuando tenía que defender era un equipo completamente distinto al que mostraba cuando tenía la pelota. Y así a los 27, tras una buena jugada colectiva que incluyó un desborde del debutante Emmanuel Mas, Maroni descontó al definir contra un palo.
Con esa victoria parcial de los locales se cerró un primer tiempo muy entretenido, con los dos equipos más preocupados por la creación que por la destrucción.
Empezó a crecer cada vez más la importancia de Espinoza en la derecha del ataque de Boca. Parecía que lo empataba en cualquier momento. Pero entonces se encontró con una nueva cachetada. A los 23, en un corner, Angileri entró libre por el medio del área chica y prácticamente se tropezó con la pelota para mandarla adentro y que el local volviera a festejar.
Era difícil a esa altura creer que Boca tendría la fuerza para ponerse de nuevo en el partido, pero la historia de este choque vibrante tenía espacio para una nueva sorpresa. Porque a los 28 minutos entre Nández, Maroni y Junior Benítez armaron una buena combinación para que Bou, solo debajo del arco, la empujara y el equipo del Mellizo quedara otra vez a tiro de empate.
Pudo haber igualado Boca en un remate de Vadalá -ingresó sobre el final por Junior Benítez- que se fue cerca. Pero ya no hubo espacio para nuevas emociones en un choque que estuvo por encima del nivel habitual de los partidos de verano. La alegría, al cabo, fue para un Godoy Cruz que aprovechó mejor sus oportunidades, mientras Boca se quedó con algunas preocupaciones en la cabeza, sobre todo en el aspecto defensivo.