Su designación con alta calificación se hallaba en curso normal desde hace siete años, pero fue interrumpida políticamente por la gestión del FpV. Entre varias designaciones más, el Senado aprobó el miércoles último el pliego de la Dra. Saint Martín. Su nombramiento aguarda dos instancias ante la Suprema Corte de Justicia y la firma de la gobernadora Vidal.
Como se reflejó en otros medios provinciales, el Senado además aprobó los pliegos para cubrir otros 38 cargos de jueces, fiscales, defensores y jueces de paz de la Provincia y sólo queda aguardar por la firma del decreto de designación por parte de la gobernadora María Eugenia Vidal.
De ser designada, la Dra. Saint Martín pasará a ocupar el cargo dejado vacante al jubilarse el Dr. Carlos Alberto Doartero, mientras que durante este tiempo en Laprida la función ha sido desempeñada por Dr. Víctor Poggioli, juez de Paz de La Madrid, que concurre a nuestra ciudad una vez por semana.
La Dra. Saint Martín sostiene que "los hechos son sagrados" y, en tanto y cuanto no esté la firma de la gobernadora Vidal, había considerado "prematuro" dar una entrevista periodística, pero ante la insistencia aceptó y se mostró cauta en sus expresiones, al considerar que faltan dos instancias más para ser designada.
Su cautela y perfil bajo se emparenta con su modo de ser y segundo porque sabido es que hace siete años rindiendo su examen con alta calificación en la Provincia, su designación fue boicoteada y chicaneada políticamente por la gestión justicialista, al punto que llegó a ser un tema candente y con muchos puntos oscuros que salpicó en lo local a la gestión de Alfredo Fisher.
Si bien nada por ahora asegura su designación -aunque sería un hecho-, la Dra. Saint Martín sabe que termina de traspasar una de las instancias más importantes como es el Senado bonaerense, donde por unanimidad y por los diferentes partidos políticos su pliego fue aprobado por unanimidad.
"Esta etapa es para mí una de la más difíciles, porque fue precisamente el procedimiento que quedó interrumpido hace siete años y que lleva sin resolver el tema del Juzgado de Paz para Laprida", expresaba ayer en su estudio.
Explicó que administrativamente lo que resta ahora es que el expediente desde el senado sea enviado a la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires "para que la gobernadora María Eugenia Vidal, dicte el acto administrativo designando o no a mi persona como Juez de Paz. Una vez que eso ocurra -si es que ocurre- pasa a otra instancia que es la Suprema Corte de Justicia donde se deben cumplir una serie de etapas de procedimiento administrativo", señaló.
Consideró clave que un Juzgado como Laprida como en cualquier oficina pública, "debe tener un Juez todos los días trabajando en el lugar", comentando que existen muchas causas de familia que ameritan que haya "un contacto directo entre las partes y eso será muy beneficioso para las partes litigantes, para el juzgado y para los abogados que somos el nexo entre la ciudadanía y el poder judicial", dijo sin dejar de rescatar la labor de estos años del Dr. Poggioli y el personal de la dependencia.
Luego de esa extraña frustración sufrida, simplemente por estar identificada como radical y ex funcionaria de la escribana Susana Iglesias, esta última vez se presentó a concurso, impulsada por personas de su entorno que la animaron y fortalecieron y, si bien no estaba muy convencida, sus dudas estuvieron centradas sobre si "objetivamente estaban dadas las condiciones para que yo pudiera hacer todo de vuelta porque lleva muchísimo tiempo y esfuerzo", dijo aduciendo sus roles de ama de casa, su agitada actividad judicial y el plus que en esta instancia exigía en el examen el nuevo Código Civil.
Las redes sociales replicaron ayer en forma intensa la pronunciación del Senado. "Al recibir la noticia me quedé sorprendida, sigo sin caer y no he tomado todavía conciencia, en parte porque yo me atengo a los hechos, quizás es por la formación profesional del abogado, que se basa en los hechos reales", dijo, aunque convencida que si todo sigue su curso normal asumirá el cargo.
