AUTOMOVILISMO. Ganó claramente la final de la Promocional 850 del Sudeste
El azuleño Walter Gutiérrez ganó de punta a punta, con comodidad y contundencia, la final de la Promocional 850 del Sudeste y alcanzó su primera victoria en el circuito "La Bota" del autódromo "Dante y Torcuato Emiliozzi", al disputarse ayer la quinta fecha. Esta victoria le permitió darse un gusto enorme al piloto de Azul, que pudo subir a lo más alto del podio pero tampoco le mete presión para buscar el título, porque -como dijo- "yo corro para divertirme, no para ser campeón".
La largada de la final tenía al lamatritense Juan Iribarren en el primer lugar, con Gutiérrez al lado, con Gerardo Gianotti más atrás y Diego Tartúferi después, pero el 13 (Iribarren) quedó parado y no pudo salir, por culpa de un palier que se cortó (de casualidad nadie se lo chocó). Eso le permitió a Gutiérrez tener un rival menos en la lucha por la punta. Pero por lo que rindió ayer el Renault blanco, era inalcanzable para cualquiera.
Entonces el trencito, salvo alguna modificación en el medio, quedó encabezado por Gutiérrez seguido por Gerardo Gianotti, Diego Tartúferi, Gustavo Gelso, Andrés Román, Marcos González, Claudio Rodríguez, Mario Morey, Horacio Serra, Sergio Beltramella, Gustavo Marsiglia, Cristian Novillo y Celia Pizarro. Pero poco a poco Gutiérrez se fue alejando de sus escoltas, como para ir haciendo una diferencia y después estar tranquilo.
El azuleño estuvo intratable. Se fue y nadie pudo alcanzarlo. Gianotti debió cuidarse de los de atrás porque tenía que asegurarse el segundo lugar. Gelso lo pasó a Tartúferi y se instaló en el tercer lugar y más atrás no hubo cambios, salvo el avance tremendo de Cristian Novillo, o cuando se fueron pasando Tartúferi y Marcos González. Poca emoción, puede ser, pero también es cierto que nadie podía equivocarse porque el de atrás venía pegadito.
El gran susto se lo llevó Walter Gutiérrez faltando una vuelta. Comenzó a salir humo del Renault y como Gianotti se le había acercado, pareció que la victoria estaba en peligro. Es que el "Gordo" había bajado un poco el ritmo para cuidar el auto y parece que un poco de aceite cayó sobre el caño de escape.
Gianotti seguro que se entusiasmó y se ilusionó con un triunfo, pero Gutiérrez siguió firme, hasta que Néstor Ledesma le bajó la bandera a cuadros. Si hubiesen corrido dos días seguidos, nada cambiaba. El ritmo del Renault fue tremendo, Gutiérrez no se equivocó y todo le salió como esperaba. Quizá si Iribarren no tenía ese problema en la largada, otra hubiese sido la lucha. Pero el hubiera no existe. Lo cierto es que Walter fue inalcanzable para todos.