"Pienso en el TC Pista, en pelear el campeonato; pero tampoco sería un fracaso no conseguirlo"

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Dos años después de su regreso al ámbito nacional, Nicolás Pezzucchi atraviesa su mejor momento. Con el Dodge del UR Racing, el olavarriense lideró de punta a punta en Concordia una competencia que se disputó con cielo nublado y con lluvia para alcanzar su segunda victoria de la temporada, la tercera en su historial en la "telonera" donde fue campeón en el 2013 y va en busca de repetir luego de ganar la Etapa Regular que lo pone al tope de la Copa de Plata con 31 puntos.

"El Día de la Madre de 2015 regresé al automovilismo nacional en el TC Mouras, con un Torino de Gardelito Fernández. Esa herramienta junto con mis sponsors, me permitió volver, me permitió soñar con empezar de nuevo el camino que recorrí años anteriores hasta llegar al Turismo Carretera", indicó Pezzucchi mientras el café llegaba a la mesa en su contacto con EL POPULAR Medios.

La temporada pasada la definió como "complicada", pero sirvió "de base para tener el actual presente" porque deportivamente no consiguió los resultados que deseaba, primero con el Torino de Gardelito Fernández y luego con el Chevrolet de Walter Alifraco para terminar en el 15º puesto del campeonato. "Pude estar vigente, conseguir consolidando un presupuesto para ir en busca de un buen auto como lo tengo en la actualidad", señaló.

El 19 de febrero pasado en Viedma comenzó a escribir el primer capítulo de los diez que lleva junto al UR Racing y Fabián Giustozzi (desde el 12 de marzo en Neuquén) en el TC Pista versión 2017. "Sabía que no iba a ser fácil porque el TC Pista es competitivo, pero aposté nuevamente por el equipo tandilense porque los resultados iban a aparecer y no me equivoqué".

-¿Podemos situar la quinta fecha en La Pedrera, en San Luis, como la carrera de despegue para llegar a este buen momento?

-De entrada el Dodge funcionó bien, porque en la primera fecha en Viedma llegué sexto con un motor que no era competitivo, pero sí el resto del auto. Ya en la segunda carrera pusimos el motor de Fabián Giustozzi, logré el salto de calidad que buscaba, gané en pista pero luego me excluyeron; menos en Olavarría, que era donde mejor quería andar, después en el resto de los autódromos siempre fui competitivo. Luego en Concepción del Uruguay no pude cerrar el resultado, algo que recién ocurrió desde La Pedrera en adelante.

Llegaron tres podios consecutivos (San Luis 2º, Posadas 3º y Paraná 1º), luego en dos carreras sumé bien como Buenos Aires donde había sido el más rápido en clasificación pero con inconvenientes en la serie y en Termas de Río Hondo me clasifiqué segundo, pero por la rotura del motor y las seis décimas de recargo quedó noveno; entonces con el motor de pruebas estuvo complicado avanzar pero quedé octavo. El último domingo en Concordia, el auto volvió a funcionar bárbaro, lo que me permitió descontar los 80 puntos que tenía con el líder después de Concepción del Uruguay.

-¿Cómo pudieron revertir un viernes con un auto golpeado contra el paredón a lograr la clasificación, la serie y la final?

-En el golpe no se rompieron tantos elementos, pero sí los suficientes para que el UR Racing trabajara toda la noche para reemplazar las piezas y fabricar algunas otras. El sábado, cuando salgo a probar, supe que el Dodge estaba perfecto: pasé de querer volverme a Olavarría a darme cuenta que estaba en condiciones de volver a pelear por la carrera.

Después del buen tiempo en la clasificación sólo faltaba encontrar un buen ritmo, algo que quedó plasmado en la serie: supe que iba rápido. Así que estaba muy ilusionado para la final, pero todo era incertidumbre por el factor climático y la lluvia. El domingo cualquier estrategia de carrera se desvaneció por tanto ingreso del auto de seguridad, entonces había que ser rápido pero sin equivocarse.

En el último Pace Car me avisan por radio que la carrera ya se terminaba por tiempo. Se me cruzaron todo tipo de ideas porque llovía, no quería usar ni el limpiaparabrisas, tampoco el desempañador, no quería sufrir ningún problema eléctrico provocado por el agua. Parecía sencillo, pero para mí esos minutos se hicieron eternos, a puro sufrimiento, rezando para que aguantara hasta recibir la bandera a cuadros.

-¿El desahogo por volver a ganar resultó mayor que el de Paraná?

-Son momentos distintos. Cuando lo conseguí en Paraná significó cumplir con el requisito de ganar y quitarme una presión; ahora en Concordia sirvió para ser el ganador de la Etapa Regular para llegar de la mejor manera a la Copa de Plata. Las dos victorias son especiales e importantes en cada momento, pero no me puedo quedar festejando porque ahora comienza la verdadera definición.

- De cara a la Copa de Plata, a la definición, están confirmados cuatro de los cinco autódromos. ¿En todos estás cómodo?

-El autódromo que falta confirmar sería Comodoro Rivadavia, al menos por lo hablado en la conferencia de prensa. Te diría que me gustan todos los que vamos a visitar en el Playoff, aunque el más complicado sería Rafaela. Lo mismo pensaba en Posadas y terminé en el podio, lo mismo que en Buenos Aires y funcionó muy bien el auto.

-De los doce clasificados, ¿quiénes son los rivales directos?

-Los doce que estamos en el Playoff tenemos posibilidades, pero más los que ya ganamos porque tenemos una presión menos. Rivales son todos: se viene un campeonato de regularidad, de sumar en las cinco fechas y de no parar. Igual creo que Valentín Aguirre y Juan Tomás Catalán Magni son los que sumaron más puntos detrás de mí en la etapa regular, así que son los más parejos; pero puede aparecer algún otro para pelear por el campeonato.

-¿El hecho de ya haber sido campeón es un punto extra en la definición?

- No. El título lo conseguí en 2013 y ahora quiero de nuevo ser campeón. Voy a luchar hasta la última carrera. Hoy tengo más experiencia porque en aquella ocasión era mi primera temporada en el TC Pista. Ahora es distinto: ya conseguí ganar, quedé al frente de la etapa regular, los puntos que sumé me permiten pensar en no arriesgar tanto. Repito, debo ser regular.

Hoy pienso en el TC Pista, en pelear el campeonato; pero tampoco sería un fracaso no conseguirlo. Sólo deseo llegar a la última carrera con la posibilidad matemática de lograrlo, con lo cual la temporada será excelente; después puede ser para cualquiera.